Así cerrará Carmena de nuevo la Gran Vía al tráfico en Navidad

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Gobierno de Manuela Carmena comenzará esta Navidad a dar forma a uno de sus grandes proyectos de esta legislatura, la remodelación de la Gran Vía, una arteria central que cerrará a parte del tráfico de forma definitiva con un modelo que se ensayará de nuevo entre el 1 de diciembre y el 7 de enero.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha presentado este lunes junto a los concejales José Manuel Calvo (Desarrollo Urbano Sostenible), Inés Sabanés (Medio Ambiente y Movilidad) y Javier Barbero (Salud, Seguridad y Emergencias) su proyecto para transformar la Gran Vía de manera que "sean los madrileños los protagonistas, y no el coche".

A partir del 1 de diciembre, esta arteria tendrá dos ciclocarriles y otros dos carriles bus-taxi-moto y el resto del espacio será para peatones, que ganarán 5.400 metros cuadrados.

Podrán pasar los taxis, las motos, los coches de reparto de mercancía -por las noches y las mañanas- y el transporte público, además de los coches de residentes, aunque no podrán circular en ningún caso a más de 30 kilómetros por hora.

A esa velocidad podrán circular de nuevo los coches desde el 7 de enero, aunque el espacio peatonal 'ganado' en Navidades no retornará ya a los vehículos, con lo que José Manuel Calvo ha augurado una circulación lenta hasta el comienzo de las obras, presupuestadas en 9 millones de euros, a finales de enero o principios de febrero.

"Queremos cambiar nuestra ciudad. Las ciudades del siglo XXI van a dar estos pasos que Madrid ahora da", ha asegurado la alcaldesa en la presentación de este proyecto que se estrenará previsiblemente en la Navidad de 2018.

Este será el segundo año consecutivo que las calles del centro de la capital permanezcan cerradas a una parte del tráfico durante la Navidad. Salvo excepciones, los no residentes tendrán restringido el acceso a la Gran Vía, la calle Atocha, la calle Mayor y la Puerta del Sol desde el 1 de diciembre hasta el 7 de enero, a excepción de nueve jornadas: el 4, 11, 12, 13, 14, 18, 19, 20 y 21 de diciembre.

En esta ocasión, la separación de la parte peatonal con la de vehículos se señalizará con vallas de hormigón -en lugar de metálicas- que la alcaldesa pretende decorar con plantas. "Haremos todo lo posible para que estéticamente sean lo más bellas posible", ha dicho la alcaldesa en referencia a estas barreras que pesan entre 700 y 800 kilos cada una.

Como medida de seguridad, además, del 1 de diciembre al 7 de enero, de 11.00 a 23.00 horas, los vehículos de más de 3.500 kilogramos tendrán prohibido circular por la Gran Vía, una medida antiterrorista que ya se puso en marcha el año pasado para la cabalgata de Reyes.

La alcaldesa de Madrid ha recordado este lunes que en Navidad "el número de peatones aumenta muchísimo" en la zona centro, ya que la mayor parte de las actividades en esta época transcurren en el "corazón de la ciudad", un entorno que su equipo de Gobierno pretende reformar para vaciarlo de coches.

Carmena cree que para Madrid "ha llegado el momento de crecer" porque cuando "uno no se transforma, se agota", y en este momento se debe "respetar el medio ambiente" y "conseguir que Madrid vuelva a tener el aire que tenía".

Con el lema 'Madrid, un corazón muy grande', el Ayuntamiento ha puesto en marcha la campaña para dar a conocer la remodelación de Gran Vía, para lo que ha mantenido reuniones con asociaciones de vecinos, comerciantes y agentes sociales y económicos del distrito centro.

El año pasado, varias asociaciones de comerciantes cuestionaron el cierre al tráfico de la Gran Vía, aunque la alcaldesa se ha mostrado hoy convencida de que cuando "se favorece que haya mas personas que transcurren por las calles se incrementa el comercio".

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