El Papa anima a los jóvenes a rezar el Rosario por la paz
Ante su viaje a Fátima los días 13 y 14 de mayo. El Santo Padre ha elogiado, además, la heroicidad de los siete misioneros asesinados en 1936 y que han sido beatificados, este sábado, en la Catedral de Girona.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Antes del rezo del Regina Coeli, el Papa Francisco ha reflexionado sobre el Evangelio según San Juan que nos presenta a Jesús mediante dos imágenes. A saber, la del Pastor y la de la Puerta del corral de las ovejas. El Santo Padre afirmó que todos nosotros somos el rebaño, que conoce la voz del Pastor y se deja conducir por Él.
Sí, porque Jesús, es el pastor bueno y la puerta de las ovejas, es un jefe cuya autoridad se expresa en el servicio, un jefe que para gobernar da la vida y no pide a los demás que la sacrifiquen. De manera que podemos fiarnos de un jefe así, Cristo, que representa una presencia amiga, fuerte y dulce y que al mismo tiempo nos protege, consuela y cura.
El Pontífice invitó a no perder de vista la dimensión espiritual y afectiva de la experiencia cristiana. Sabiendo que estamos unidos al Señor por un vínculo especial, al igual que las ovejas a su pastor. Y pidió que no racionalicemos demasiado la fe, porque de este modo corremos el riesgo de perder la percepción del timbre de la voz de Jesús Buen Pastor, que anima y fascina.
Francisco puso en guardia ante el peligro del ladrón y falso pastor. Porque siempre existe el riesgo de estar distraídos por el bullicio de tantas otras voces. De manera que hoy – dijo – estamos invitados a no dejarnos distraer por las falsas sabidurías de este mundo, sino a seguir a Jesús, el Resucitado, como único guía seguro que da sentido a nuestra vida.
En esta Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Obispo de Roma pidió que invoquemos a la Virgen María para que acompañe a los diez nuevos sacerdotes a quienes ordenó durante la Santa Misa celebrada anteriormente en la Basílica Vaticana, y con el deseo de que sostenga con su ayuda a cuantos el Señor sigue llamando.
“Los mártires españoles, el mes de María y su próxima peregrinación a Fátima”, en el corazón del Papa Francisco al final de la oración mariana del Regina Coeli, del primer domingo de mayo, IV Domingo de Pascua.
Después de la oración a la Madre de Dios, el Santo Padre recordó que, “ayer, en Girona, España, fueron proclamados Beatos: Antonio Arribas Hortigüela y seis compañeros, religiosos de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón”. Estos fieles y heroicos discípulos de Jesús – precisó el Pontífice – fueron asesinados por odio a la fe en un tiempo de persecución religiosa. “Su martirio, aceptado por amor a Dios y por fidelidad a su vocación, suscite en la Iglesia el deseo de testimoniar con fuerza el Evangelio de la Caridad”.
También, el Obispo de Roma saludó a los grupos parroquiales, a las asociaciones y a todos los peregrinos procedentes de Italia y de diversos Países presentes en la Plaza de San Pedro, especialmente a los peregrinos de Varsovia (Polonia), Aalen (Alemania), Liébana (Austria), Chennai (India) y de Texas (Estados Unidos); como también a los profesores y alumnos del “Corderius College” de Amersfoort (Países Bajos).
Así mismo, el Obispo de Roma dirigió un saludo especial a la Asociación “Meter”, que desde hace más de veinte años lucha contra toda forma de abuso sobre los menores. “Gracias por su compromiso en la Iglesia y en la sociedad, dijo el Papa; sigan adelante con valentía”. Además, el Pontífice saludó a los participantes en la reunión nacional del Arma de los Carabineros, la delegación del Sindicato Autónomo de Policía, a los fieles de Pomezia y Palestrina, a la Asociación del Santo Sepulcro de Foligno, a la Filarmónica Valsoldese y a los jóvenes de Modica.
Antes de concluir sus saludos, el Papa Francisco invitó a que mañana dirijamos una “Suplica a la Virgen del Rosario de Pompeya; en este mes de mayo – señaló el Papa – recemos el Rosario en particular por la paz, como lo ha pedido la Virgen en Fátima, a dónde me dirigiré en peregrinación dentro de pocos días, con ocasión del centenario de las primera aparición”. A todos – agregó el Papa – les deseo un buen domingo. Y por favor no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!