Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Policía del municipio belga de Vilvoorde trasladó a agentes de los Mossos d’Escuadra a principios de 2016 sus dudas sobre la actividad y posible radicalización de Abdelbaki es Satty, el imán de Ripoll considerado el cerebro de la célula yihadista responsable de los atentados de Barcelona y Cambrils, muerto en la explosión de Alcanar. Los agentes belgas querían saber si el imán tenía conexiones con el terrorismo yihadista. La respuesta fue dada por un alto mando de los servicios de Información de los Mossos, para quien Abdelbaki es Satty no era conocido ni sospechoso, según confirmaron a este periódico fuentes policiales. Las preguntas de los agentes belgas no fueron trasladadas ni a la Policía Nacional ni a la Guardia Civil. Los Mossos, por su parte, anunciaron no haber recibido ninguna alerta sobre Es Satty.
Fue el alcalde de Vilvoorde, Hans Bonte, quien incidió ayer en esta cuestión. «Lo confirmo», respondió Bonte en declaraciones a Ep, quien detalló que la pregunta fue formulada por los agentes de Vilvoorde-Malechen a la «policía barcelonesa», aunque no detalló que se tratase de los Mossos. Bonte reiteró que llegó a recibir una respuesta por escrito procedente de España el 8 de marzo de 2016, aunque no accedió a compartir el documento. Según Bonte, el rechazo y las sospechas sobre el yihadista en Vilvoorde se produjeron al recelar de sus inexistentes credenciales religiosas y de que aportaba escasa información sobre su pasado.