España, cuna del Día Internacional del Libro, y otras curiosidades que revela la Biblioteca Nacional

En 1.995 la UNESCO fijó el 23 de abril con Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. La razón: coinciden la fecha de fallecimiento de tres grandes de la literatura: Miguel de Cervantes, Wiliam Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. Pero la Biblioteca Nacional nos ha descubierto curiosidades que pocos conocen

España, cuna del Día Internacional del Libro, y otras curiosidades que revela la Biblioteca Nacional

Sefi García

Publicado el - Actualizado

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Por ejemplo que la efeméride es de origen español y que inicialmente se celebraba el 7 de octubre, la fecha en la que se calculaba que nació Miguel de Cervantes. El impulsor de la propuesta fue el escritor valenciano Vicente Clavel, que la presentó a la cámara oficial del libro de Barcelona en 1.923, y dos años después inició las gestiones también en Madrid: Quería crear un día dedicado al Libro. Alfonso 13 aprobó firmó en el 26 un decreto que estipulaba que el 7 de octubre se conmemoraría el nacimiento del autor del quijote con una fiesta dedicada al libro. El escaparate que supusieron la Exposición Internacional de Barcelona y la Exposición Iberoamericana de Sevilla le dieron el impulso a nivel mundial, cinco años después. La inseguridad sobre la fecha real del nacimiento del manco de Lepanto y la climatología otoñal poco proclive a los actos al aire libre, generaron polémica en torno al día elegido. En 1.930 se acordó trasladar la Fiesta del Libro al 23 de abril, fecha del fallecimiento del genial escritor porque sí estaba documentado el momento y porque la primavera era mejor estación para actos al aire libre. Pronto se agolparon la publicación de novedades literarias coincidiendo con la fecha y se generalizaron los actos de firma de ejemplares con los autores. En 1.995 el gobierno español presentó a la UNESCO la propuesta de la Unión Internacional de Editores para que se celebrara el Día Mundial del Libro y la Conferencia general la aprobó ese mismo año.

Además no tardó en promover otra iniciativa: nombrar anualmente una cuidad como Capital Mundial del libro. La primera, en 2001, fue naturalmente, Madrid. Este año es Atenas.

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