Las seis faltas de ortografía y errores de gramática en castellano que cometemos sin darnos cuenta

En algunos casos, aunque conozcamos las reglas ortográficas y gramaticas, un error se ha convertido en norma y suelen surgir entonces muchas dudas en cuanto a su uso correcto

Estudiante escribiendo en un cuaderno

Belén Collado

Publicado el - Actualizado

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De pequeños, en el colegio los profesores se empeñaban en que conociéramos al dedillo las reglas de ortografía para escribir correctamente, hasta tal punto que en algunos casos, si entregábamos un examen o un trabajo con muchas faltas de ortografía, dejaban de corregirlo. Por supuesto, todo era por una buena razón, y es que al llegar a la edad adulta escribir con faltas de ortografía es una pésima carta de presentación.

Aunque en la actualidad parece que existe una cierta permisividad por la irrupción de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea como Whatsapp, a algunas personas les causa rechazo ver faltas en los mensajes que reciben, e incluso la gente que las cometa les pueden resultar poco atractivas.

No obstante, en algunas ocasiones es difícil seguir las normas de ortografía y de gramática que dicta la Real Academia Española (RAE), ya que en muchos casos un error se ha convertido en la norma. Estos son algunos de los fallos ortográficos más comunes y que muchas veces cometemos sin darnos cuenta.

Dequeísmo y queísmo

El dequeísmo consiste en el uso indebido de la preposición “de” delante de la conjunción “que”. Por ejemplo: “Me dijo de que fuera al cine a ver esa película”. El problema es que a veces, por ser demasiado precavido y optar por no poner nunca el “de” antes del “que”, se cae justo en otro error: el queísmo. Por ejemplo: “Me di cuenta que lo perdí”.

Laísmo y leísmo

Los pronombres le, la, lo y sus correspondientes plurales son motivo de dudas y es bastante frecuente que se usen incorrectamente. Para utilizarlos bien debe tenerse en cuenta la función sintáctica que desempeña el propio pronombre y también el género y el número gramatical de la palabra a la que se refiere. La elección entre un pronombre u otro depende principalmente de que funcione como complemento directo (la/lo) o indirecto (le), y no de que sea una persona, animal o cosa a la que se refiere, como piensan muchos.

Por eso, aunque escuchemos muchas veces “la dije”, está mal dicho, puesto que sería complemento indirecto (“le dije (a ella)”). Igualmente, abusar del pronombre “le” es incorrecto. Por ejemplo: “Estaba buscando aparcamiento, pero no le encontró”.

La coma delante de la "y"

Como norma general, no se debe escribir coma antes de la conjunción “y”, porque su función es enumerar elementos y, por lo tanto, no resulta necesaria la coma. Pero existen ciertas excepciones, como en el caso de que la conjunción se une a un elemento que no es el precedente. Por ejemplo: “Se probó un vestido y una falda, y no se compró ninguno de los dos”.

También se escribe coma cuando la conjunción “y” abre un inciso: “Me he dado cuenta, y así tal cual lo digo, de que es un maleducado”. De la misma manera, cuando a continuación del inciso se escribe “y” también se debe puntuar con una coma: “Vinieron desde el pueblo, en el que está al lado del de tus padres, y se quedaron aquí a dormir”.

En los casos en los que “y” sustituye a “pero” no es obligatorio su uso, se deja al gusto del escritor, pero favoreciendo siempre la mejor comprensión de la oración y las pausas para respirar.

Cifras y letras

En este caso se debe optar por la homogeneidad y el sentido común. Si escribimos una cifra con números, en este texto irán ya todas en números; pero si lo hacemos con letra, irán todas en letra. También cabe destacar que normalmente los textos científico-técnicos suelen usar las cifras, mientras que los literarios o ensayísticos siguen las normas de ortografía clásicas.

Dicha norma determina que se escriben con letras los números sencillos, como los que se pueden expresar en una sola palabra. Entran dentro de esta norma los números del cero al diez incluidos.

Por su parte, se escriben con cifra las unidades de medida (50 kilómetros, 100 mililitros), las cuantías económicas (1.250 euros) y los números que identifican un elemento de una serie cuando van después del sustantivo (la página 5, el punto 3 de la lista).

¿Sobretodo o sobre todo?

Un sobretodo es un "a

¿Aparte o a parte?

Este es quizás uno de los errores más comunes y que se da por bueno. Sin embargo, la RAE es clara en su Diccionario panhispánico de dudas: "Aparte se escribe siempre en una sola palabra". Esta palabra puede funcionar como adverbio, como adjetivo, como sustantivo o como preposición, pero en todo caso se escribe todo junto.

De todos modos, también existe el uso de la preposición "a" y el sustantivo "parte", pero es bastante ocasional. Por ejemplo: "Se trata de un camino que no conduce a parte alguna".