Adiós a la gran dama de la ópera

Para muchos es la soprano de ópera más importante del mundo. Nació en 1933 en Barcelona. Tuvo una familia humilde. Llegó a dormir en los bancos de la Plaza Cataluña. Se encontró y enamoró de la música siendo todavía una niña pequeña. Unos primeros años que quedaron grabados en su memoria.

Se formó en el Conservatorio del Gran Teatre Liceu donde subió por primera vez al escenario en 1953. Tres años después, su primer gran reto: interpretar a Mimí en La Bohéme. Desde ese día interpretó a más de 80 personajes operísticos. Y el momento que millones de personas en todo el mundo recuerdan como si fuera ayer: su colaboración con el cantante de Queen Freddy Mercury para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Con esta canción: Barcelona.

Sus discos llegaron hasta el espacio, cuando durante un concierto en Moscú fue sorprendida por unos astronautas, que a través de un vídeo, le dijeron que estaban escuchando sus canciones en la estación espacial.

Entre sus numerosos premios destacan el premio nacional de música de España y la medalla de Oro al Mérito de Bellas Artes. También fue nombrada Comendadora de las Artes y Letras Francesas. Su salud se fue deteriorando poco a poco. En 2012 sufrió un ictus durante un viaje a Rusia. Se retiró durante un tiempo de los escenarios. Poco después sufrió una rotura de húmero y en 2014 fue intervenida para colocarle una prótesis en su cadera.

España, Cataluña, y el mundo de la música están de luto por la gran dama de la ópera.