Cinco grandes momentos que nos dejó Breaking Bad

Repasamos algunos hitos de una de las mejores series de la historia con motivo del estreno en Netflix de ‘El Camino’, su secuela en forma de película

Cinco grandes momentos que nos dejó Breaking Bad

Millán Cámara

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Cuando una serie traspasa la pequeña pantalla y se integra en la cultura popular (merchandising, frases, referencias en otros contenidos audiovisuales e incluso más allá), su éxito está ratificado. También pasó con Breaking Bad, de plena actualidad gracias a Netflix y a pesar de haber concluido en 2013. El gigante de los contenidos bajo demanda acaba de estrenar El Camino, la secuela en forma de película de este hito televisivo.

Algunos de los personajes que ya conocimos hace años vuelven ahora. Entre todos ellos, destaca Jesse Pinkman (Aaron Paul), coprotagonista entonces y líder absoluto de la trama ahora. Antes de saber qué pasa tras aquel final que parecía redondo, no está de más repasar ciertos momentazos que sobresalen entre las cinco temporadas de Breaking Bad. Avisados quedan: ALERTA SPOILERS.

Las muertes

El elemento que no puede faltar en toda buena serie que se precie (o, al menos, eso parece). En el universo de Walter White (Bryan Cranston) y su círculo, hay unas cuantas. Pero si hay que quedarse con unas pocas, quizá las imperdibles sean tres. Primero, el deceso de Gus Fring, gran villano de la serie.

Después, el más que doloroso adiós a Hank Schrader, cuñado del protagonista y uno de los personajes más entrañables y divertidos de Breaking Bad.

Y, como no podía ser de otra manera, el fallecimiento de White / Heisenberg, con el que todo concluye.

La metamorfosis de Walter White

El hombre amable, modosito y que no haría daño ni a una mosca del primer capítulo acaba convirtiéndose en alguien muy distinto: un ‘narco’ de la metanfetamina frío y sin escrúpulos. La normalidad con la que deja morir a una de las novias de su socio Jesse; las peleas continuas con su mujer, Skyler; las mentiras continuas sobre su doble vida; el cambio de look; los asesinatos a sangre fría… Incluso la locura le inunda por momentos.

El clan Salamanca

Tuco, sus primos y su tío Héctor son causantes de algunos grandes hitos de esta serie, sobre todo por el gusto que tienen por saldar cuentas pendientes. Quizá uno de los momentos de mayor suspense que nos dejó esta familia de ‘capos’ tuvo por protagonistas a los primos Salamanca: estuvieron a punto de asesinar a Hank Schrader, el cuñado de Walter, en la que fue una de las escenas más memorables de Breaking Bad.

Otro malo malísimo: Gus Fring

Pisa fuerte en muchos momentos, pero la parte de la trama en la que conocemos sus orígenes y la posterior venganza que se cobra al respecto es de lo mejor que nos deja Fring.

Nunca una piscina fue un lugar menos divertido que en estos extractos.

Las encrucijadas de Jesse Pinkman

El joven exalumno del profesor White en el instituto acaba convirtiéndose, de la noche a la mañana, en su socio en el negocio de la droga. Esta no acaba con toda la bondad que hay en él. Nunca olvidaremos cómo se apiadó del hijo de una pareja de adictos.

Ni cómo, con lágrimas en los ojos, acabó con la vida de Gale, que llegó a sustituirle como ayudante de Heisenberg por un corto período de tiempo.

Por supuesto, no podíamos dejar de mencionar cómo fulminó a una mosca muy inoportuna, que se las había apañado para sobrevivir en el laboratorio, uno de los grandes escenarios de la serie, durante todo un capítulo.

Y nos quedan en el tintero otros tantos momentos de buen corazón en medio de una vorágine muy malvada: la gasolina en casa de los White que nunca prendió, las terapias de grupo, la relación con Jane, Andrea y Brock… Menos mal que ahora volveremos a disfrutar de Jesse, aunque sea un ratito.

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