El consumo de cultura no se recupera: preferimos las cañas y los viajes

El gasto cultural en España sigue por debajo de los niveles prepandemia, mientas se recupera lo que invertimos en bares y restaurantes

Sefi García

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Más restaurantes y viajes y menos cine, teatro o danza clásica. Nuestras preferencias de ocio y de gasto han cambiado y a los espectáculos dedicamos nada más 24 euros de media al año. Nuestro hogar es el nuevo epicentro de las actividades culturales.

Nuestro gasto en bares y restaurantes, que tuvo su pico máximo en 2007 con un gasto medio por persona de 1.099 euros, es de casi mil euros al año por persona, en niveles de 2019, y la facturación de estos negocios ha subido un 11% en 2.023 con respecto al año anterior. El año pasado hicimos 186 millones de viajes, un 8,5% más, y nos hemos gastado una media de 94 euros por cada día en nuestro destino.

CULTURA EN CASA

Nunca hemos destinado cantidades ingentes de nuestro presupuesto familiar a la cultura. En el año glorioso, en 2017, llegó a los 350 euros por persona, pero ese gasto lejos de crecer va decayendo: en 2.019, antes de que nos confinaran, fue de 266 euros, en 2.022, el último dato que ofrece el ministerio de cultura, bajó a los 241 euros, y de esos 241 euros solo destinamos el 10%a espectáculos en vivo, unos 24 euros al año por persona. Casi la mitad lo invertimos en ordenadores, dispositivos móviles, televisiones... porque consumimos cultura través del ordenador, la tele, el móvil..., seguimos escuchando la radio, viendo series, leyendo o escuchando música porque “el hogar se ha convertido en un lugar de práctica cultural”, asegura Ania López, socióloga de la cultura y profesora de la complutense.

En casa, leemos libros, seis de cada 10 españoles son aficionados a la lectura por ocio. Disfrutamos de la radio, vemos serie, escuchamos música y nos vamos a Internet a buscar actividades culturales.

NI TEATRO NI CINE

Son las artes escénicas y el cine las actividades que están pagando el pato. No consiguen recuperar el tercio de espectadores que han perdido desde 2.019. “Creo que hay que relacionarlo- argumenta la investigadora- con las posiciones que ocupa nuestra población en lo que sería nivel de estudio. Es verdad que España ha hacho un gran esfuerzo en las últimas décadas para elevar el nivel de estudios de la población, pero todavía somos de los países cuyo grupo con nivel de estudios mínimos es de los más grandes de Europa”. La mitad de los adultos entre 55 y 64 años, tiene estudios básicos en nuestro país. Por encima de la renta, nos cuenta la investigadora. El gasto medio en

cultura de las personas con un nivel de estudios alto es de casi 329 euros por persona y año. En el caso de rentas por encima d ellos tres mil euros, son 11 euros menos.

Solo nos levanta del sofá el concierto de nuestro grupo favorito, sobre todo a los más jóvenes “y curiosamente, explica la profesora López, son solteros y divorciados los que más acuden a los conciertos”. La música en vivo es la única que ha recuperado sus niveles pre pandemia , más en recaudación (un 40% sobre lo recaudado en 2.019) que en espectadores (han ganado solo un 0,4% )

POCO NIVEL EDUCATIVO

El nivel educativo es el motor más fuerte para atraernos a la cultura, seguido de la renta (según la última encuesta del CIS el 22% de los ciudadanos asegura no acudir por el precio de los espectáculos, y el 19% porque su situación económica no se lo permite) y también del rango de edad porque “cada grupo de edad tiene sus preferencias culturales, tiempo para e incluso la situación vital de cada persona influye, si tienen pareja o no, o si tienen círculo social, en muchas ocasiones se renuncia a acudir a espectáculos porque no tenemos quien nos acompañe”. El tiempo y la salud también son condicionantes. “La cultura se ha diversificado y se ha digitalizado”.

En gasto cultural estamos a la cola de Europa: destinamos el 1,5% de nuestro presupuesto personal en actividades culturales, empatados con Bulgaria y Lituania, y solo por encima de Montenegro ,Serbia y Grecia, muy lejos de Dinamarca, que dedica el 3,9% del presupuesto familiar.

La recuperación de la cultura va lenta, a pesar de que según la última encuesta del CIS el 91,4% de los españoles aseguran que es muy o bastante importante en su vida .

Aina López es optimista con respecto al futuro “aunque pensaba que este año veríamos una rápida recuperación”. Entiende que la incorporación de los Boomers a la jubilación pueden levantar estas cifras. “Creo que es posible esperar que las personas que están llegando a la jubilación- asegura la experta en sociología de la cultura- van a disponer de tiempo y recursos para un mayor consumo cultural Hay que esperar también a ver cómo avanza esta recuperación tan lenta postcovid, pero creo que efectivamente podemos esperar de las próximas generaciones un mayor interés por la cultura. No creo que no es una tesis descabellada”.

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