La emocionante historia real detrás de una de las películas más románticas

Se trata de una de las trilogías más únicas de la historia del cine. Empezando en 1995 con 'Antes del amanecer', pasando por su secuela 'Antes del atardecer' una décadas después y la culminación de la serie con 'Antes del anochecer' en 2013. Todas ellas recorren la relación de Jesse y Céline a lo largo de los años y a raíz de un encuentro fortuito en Viena que les marcará para toda la vida. Una noche mágica que salió de las cabezas de su director Richard Linklater y la guionista Kim Krizan, pero realmente de las experiencias del primero.

Todo se remonta a 1989 cuando Linklater fue hasta Philadelphia para visitar a su hermana y conoció a una joven de 20 años en una juguetería. Una chica de nombre Amy Lehrhaupt. Y como en 'Antes del amanecer' fue una noche mágica en la que solo hablaron de ciencia, arte y cine. El propio realizador reconoció en una entrevista que se besaron y, al ser preguntado si llegaron a tener sexo, respondió: “quiero dejar un poco de misterio”, algo similar a lo que ocurría con la pareja de la primera cinta... Al menos hasta la segunda entrega. Richard y Amy se despidieron y, a diferencia de sus personajes, sí que se dieron el número de teléfono y mantuvieron el contacto con el paso de los años. Sin embargo, a pesar de que continuaron hablando, la relación no llegó a más, algo que corrigió Linklater en la película.

El tiempo pasó, pero el director nunca se olvidó de Amy. De hecho, la escena inicial de “Antes del atardecer” en la que Céline va a ver a Jesse a la librería de París porque este ha publicado un libro sobre la relación esporádica en Viena es una representación de lo que Linklater esperaba que ocurriera en el estreno de la cinta. Sin embargo, nunca ocurrió, y como ha explicado el medio Slate, hay una buena razón.

Amy nunca llegó a ver la primera película porque falleció en un accidente de moto a los 24 años, un año antes del estreno de la primera película. Linklater, que tenía 29 años cuando se conocieron, no llegó a saberlo hasta hace pocos años, como revela el artículo, y fue un amigo de Amy el que ató cabos viendo las películas y reconoció a la fallecida en el personaje de Céline. Llamó al director y le contó lo que había ocurrido.