El 'gusano musical' o el por qué no podemos sacarnos una canción de la cabeza: ¿en la sencillez está el gusto?

El coordinador del Grupo de Estudio de Humanidades de la Sociedad Española de Neurología ha explicado qué ocurre en nuestro cerebro cuando escuchamos una canción que nos agrada

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El 'gusano musical' o el por qué no podemos sacarnos una canción de la cabeza: ¿en la sencillez está el gusto?

Patricia Blázquez Serna

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

¿Cuántas veces has escuchado una canción y horas después te has sorprendido a ti mismo al estar silbando la melodía? ¿Cuántas veces has dicho que una canción no es de tu agrado, pero has terminado tarareándola cuando menos te lo esperas? Sé que parece extraño, pero la explicación a esto es más sencilla de lo que parece.

Esto se llama, sencillamente, 'gusano musical' y podríamos decir básicamente que consiste en eso: una canción se nos ha metido en la cabeza y no somos capaces de sacárnosla. Ya sea por la letra o la melodía, algo de esa composición es de nuestro agrado y de forma inconsciente terminamos siendo, de alguna forma, esclavos de esa canción. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué pasa en nuestro cerebro para que se produzca dicha reacción?

El neurólogo y coordinador del Grupo de Estudio de Humanidades de la Sociedad Española de Neurología, el doctor Luis Carlos Álvaro, ha explicado a COPE, en primer lugar, que la música es algo que "tenemos todos", que no solo tiene un "sentido evolutivo que facilita la supervivencia", sino que también es capaz de estimular "la cohesión social" y provocar emociones. Todo esto en conjunto hace que la música sea un factor importante en nuestras vidas. Ahora bien: ¿por qué a veces escuchamos una canción que nos resulta agradable y, automáticamente, se nos queda literalmente metida en la cabeza?

La realidad es que esto tiene una explicación muy sencilla. El doctor ha explicado que se trata "de una estructura repetitiva que denota unas emociones, unas conductas que son gratificantes". Esto realmente lo que consigue es estimular "los sistemas de recompensa". Es decir, los sistemas de dopamina. "Aquello que nos resulta gratificante, agradable y que uno busca", ha subrayado. Estos sistemas, ha argumentado, "se ponen en marcha siempre que hay algo que agrada y atrae". En este caso, el sistema de recompensa está estrechamente ligado a "lenguajes con alto contenido emocional como la música".

Sin embargo, hay veces que cuanto más escuchamos una canción particular o incluso cuando decimos que dicha canción no es de nuestro agrado, tendemos a ser propensos a que dicha melodía se nos quede metida en la cabeza. Por ello, podría haber motivos para pensar que, de alguna forma, en la repetición está el gusto. Una premisa que ha rechazado el neurólogo. "El cerebro tiene unas capacidades innatas para captar elementos de la música", ha asegurado. Además, ha agregado que no es más que "una forma de estímulo o autoestímulo que va muy grabado en nuestros sistemas innatos y de lo que no somos conscientes".

"Lo fácil se hace más repetitivo", ha argumentado. Además, ha explicado que muchas veces no somos conscientes "de la parte emocional" y que muchas veces "uno no se percata de si le gusta o no le gusta".

El gusano musical o el por qué no podemos sacarnos una canción de la cabeza: ¿en la sencillez está el gusto?

No hay un género que se pegue más que otro

Ha sido otra de las cuestiones que nos hemos planteado. ¿Música clásica? ¿Pop? ¿Rock? ¿Reguetón? Hay tantos géneros como posibilidades sobre la mesa. No obstante, el doctor Luis Carlos Álvaro ha subrayado que no se trata tanto de géneros musicales, sino más bien "de estructuras". Una estructura "simple o sencilla" tiene a ser más sencilla de aprender. "Aquella que el cerebro capta más", ha asegurado y ha puesto de ejemplo las nanas para niños.

"Cualquier nana, en cualquier cultura, tiene una estructura muy simular: sencillas, repetitivas, se canta despacio y se tiende a acentuar lo agudo", ha enumerado el doctor. Todas ellas, por lo tanto, tienen estructuras muy similares. Algo que hace que una melodía sea sencilla, y esto, a su juicio, "es para lo que está el cerebro preparado, incluso en el útero". Ahora bien, ¿hay alguna forma de parar un 'gusano musical'? ¿Podemos sacarnos una canción de la cabeza?

La realidad es que no es tan sencillo. O al menos, no deliberado. Más bien, "tiende al desgaste natural", ha dicho el neurólogo. "No es cuestión de buscar otros estímulos. Puede ser un rasgo obsesivo, pero no grave. No me preocuparía por eso", ha concluido entre risas.

Ya no importa que no puedas sacarte una canción de la cabeza o que intentes olvidarla por todos los medios. La música, una vez más, ha demostrado ser capaz de llegar a nuestro cerebro de tal forma que es capaz de activar los sistemas de dopamina gracias a esos modelos musicales repetitivos y agradables para nuestros oídos. Ahora, por lo tanto, sí podríamos decir apresuradamente que, en realidad, en la sencillez está el gusto.

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