Humphrey Bogart, el eterno galán de Hollywood que encontró el verdadero amor a los 40 años

Considerado una de las estrellas más importantes del cine de EE. UU., este 25 de diciembre cumpliría 122 años

Humphrey Bogart

Pilar Abad

Publicado el - Actualizado

7 min lectura

Este 25 de diciembre, día de Navidad, el gran Humphrey Bogart (también conocido por Bogie) cumpliría 122 años. Una de las grandes estrellas del cine, un icono que creó estilo traspasando las fronteras de las cámaras y cuya imagen de hombre rudo, su mirada penetrante y cigarro en boca conquistó a todos. El eterno galán de Hollywood. De hecho, considera la primera estrella masculina más importante de los primeros cien años del cine estadounidense.

Bogart nació el 25 de diciembre de 1899 y murió el 14 de enero de 1957, a los 57 años enfermo de cáncer de esófago, provocado por su alcoholismo y tabaquismo. De padre cirujano y una madre de reconocido prestigio como ilustradora, Bogie es el mayor de tres hermanos que a pesar de vivir bajo el seno de una familia acomodada, vivió su infancia con una gran falta de cariño por parte de sus progenitores.

Tras ser expulsado de la Universidad donde estudiaba Medicina, se alistó en la Marina de los EE. UU. durante la I Guerra Mundial. Al terminar empezó a probar suerte como actor, dando sus primeros pasos en el teatro, en Broadway, para terminar dando el salto a la gran pantalla, reconociéndose su trabajo tras su papel en ‘El halcón maltés’, de la mano de John Huston.

En ese momento se inició la carrera cinematográfica de uno de los mejores actores del cine, con 75 películas a sus espaldas y un Óscar, tras tres nominaciones, por su papel en ‘La reina de África’.

Fue a partir de los años 40 cuando alcanzó gran popularidad y reconocimiento, sobre todo tras el éxito de una de las más grandes películas de la historia del cine: ‘Casablanca’. Sin olvidarnos de otras películas como ‘Tener y no tener’, ‘Cayo largo’, ‘Sabrina’ o ‘Más dura será la caída’.

Y, precisamente, a partir de esa edad fue cuando Bogart encontró al gran amor de su vida.

Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en Casablanca

Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en 'Casablanca' (CORDON PRESS)

LA AFICIÓN POR LA QUE CASI CAMBIA EL FINAL DE ‘CASABLANCA’

Humphrey Bogart era un gran apasionado del ajedrez, de hecho durante algunos años se ganó la vida jugando partidas de ajedrez. El actor, que jugaba en la Sexta Avenida de Manhattan, ganaba un dólar por cada partida que ganaba.

También perteneció al Club de Ajedrez de Hollywood que fundó Herman Steiner en Los Ángeles, al que pertenecieron, entre otros, Billy Wilder, José Ferrer y a su esposa –la cantante Rosemary Clooney– o Charles Boyery. Sobre esta pasión, Stephen, el hijo de Bogart, escribió en un libro que “Mike Romanoff era una de las pocas personas capaces de ganar al ajedrez a mi padre”.

Y, curiosamente, esa afición pudo cambiar el final de una de las mayores películas de la historia del cine y que encumbró al actor: hablamos de ‘Casablanca’, dirigida por Michael Curtiz y premiada con el Óscar a la mejor película. El actor intentó que uno de los guionistas cambiara el final de la película para que este juego estuviera presente en el desenlace.

Así nos lo cuenta Miguel Illescas en su libro ‘Cuentos, jaques y leyendas’, donde revela este hecho. "La primera vez que vemos en escena a Bogart, está jugando al ajedrez contra sí mismo, algo que según su hijo hacía mucho. Además, utiliza una variante del ajedrez que se llama defensa francesa, que tiene mucho que ver con lo que sucede después en la película", explica Azuaga.

De hecho, durante el rodaje de ‘Casablanca’ era habitual ver a Bogart jugar al ajedrez. Y, precisamente, en una de esas partidas pudo provocarse el cambio del final de la película tal y como lo conocemos. En una de esas partidas, en las que también jugaba contra el director Curtiz, Bogart invitó a uno de los guionistas, Koch. Durante el desarrollo de la misma, Bogie presentó algunas alternativas al final de la trama, del que no estaba convencido.

Se barajaron algunas hipótesis: desde que Ingrid Bergman dejara a su marido y huyera, hasta que Rick (Bogart) amenazara con una pistola al jefe de la policía local, Louis Renault (Claude Rains) ayudando a escapar a Laszlo para que pudiera reencontrarse con Ilsa, su mujer, en algún lugar de América. Si se hubiera optado para este final para una de las mejores películas, la última escena que hubiéramos visto sería la imagen de Rick y Renault sentados frente a un tablero de ajedrez. Y en algún momento, un primer plano se dirigía a Renault, que sentenciaba: “Ricky, tenías razón. Eres un sentimental”.

A pesar de todo, el final quedó como estaba establecido y con la ya mítica frase “Siempre nos quedará París”, con la que Rick se despide de Ilsa.

'Casablanca', mucho más que una historia de amor

FOTOGALERÍA: LAS MEJORES IMÁGENES Y PÓSTERS DE 'CASABLANCA'

Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en ‘Casablanca’

Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en ‘Casablanca’ (CORDON PRESS)

A LOS 40, ENCONTRÓ EL GRAN AMOR DE SU VIDA

No cabe duda que los 40 fueron los mejores años de Bogart, tanto profesional como personalmente. En la década de los 40 llegaron sus grandes éxitos, incluida ‘Casablanca, ‘El halcón maltés’, ‘Tener y no tener’ ….

Y a los 40, concretamente a los 43, Bogart encontró el amor tras tres matrimonios fracasados. Ocurrió durante el rodaje de la película ‘Tener y no tener’ que protagonizaba junto a Lauren Bacall, con 19 años. En ese rodaje empezó todo, para terminar viviendo una de las historias de amor más grandes que se recuerdan en Hollywood.

Como sabemos, antes de casarse con Bacall, Bogie pasó por la vicaría hasta en tres ocasiones. En 1926, años en los que se estaba iniciando como actor en Broadway, se casó con Helen Maken. Sin embargo, se separaron al año una vez que Bogart le confesó que se había enamorado de otra mujer, de la actriz Mary Philips con quien se casó en 1928.

Tras 10 años de matrimonio, fue la actriz Mayo Methot quien conquistó el corazón de Humphrey con quien se casó. El carácter de los dos actores, hizo de éste un matrimonio nada fácil de llevar con fuertes discusiones y peleas entre ambos, hasta el punto en el que Methot llegó a atacar a Bogart con un cuchillo.

En el año 1943 comenzó de ‘Tener y no tener’ junto a una joven Lauren Bacalll de 19 años, que debutaba en el cine. Bogart y Bacall recreaban en la realidad lo que vivían en el cine tras rodar una de las películas románticas más importantes de la historia del cine, bajo la dirección de Howard Hawks.

En ese momento, Bogie conoció al gran amor de su vida, con quien compartía una química única e inigualable. Según cuenta la propia Lauren en una de sus autobiografías, ‘Por mí misma’, una noche de rodaje “Yo estaba peinándome. Él estaba de pie detrás de mí cuando de repente se inclinó, puso su mano debajo de mi barbilla y me besó. Fue impulsivo, era un poco tímido, sin tácticas de lobo. Sacó un paquete de fósforos gastados de su bolsillo y me pidió que pusiera mi número de teléfono en la parte de atrás. Lo hice. No sé por qué lo hice, excepto que era parte de nuestro juego”.

Bogart y Bacall se casaron el 21 de mayo de 1945 (una vez que el actor se separó de Methot) en la granja del escritor Louis Bromfield, íntimo amigo del actor. El matrimonio compartió escenas en otras películas: ‘El sueño eterno’, ‘La senda tenebrosa’ y ‘Cayo Largo’.

Años más tarde, el 6 de enero de 1949 nació el primero de sus hijos al que llamaron Stephen en honor a su personaje en ‘Tener y no tener’. Su hija Leslie nació cuatro años después, y también su nombre responde a un homenaje a Leslie Howard, el actor que había sido el mentor de Bogie, consiguiéndole su primer papel en la gran pantalla.

‘Baby’ –como Bogart llamaba cariñosamente a su mujer- y Bogie vivieron 12 años de felicidad tras la muerte del actor.

Herrera en COPE

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