Madrid dobla a Cataluña en número de asistentes a espectáculos de artes escénicas en 2022

Siete millones y medio de personas asistieron a estos espectáculos el año pasado en nuestro país, según el anuario de la SGAE. Es un 30% más que el año anterior, pero se queda casi en la mitad que antes de la pandemia.

Son los dos polos de atracción cultural en nuestro país, donde se celebran los grandes acontecimientos del mundo de la escena, donde se estrenan espectáculos que luego giran, o no, por el resto del país y donde mayoritariamente tienen lugar los grandes conciertos de las estrellas internacionales.

“El año pasado fui a un musical y a un par de conciertos de orquesta en el Auditorio Nacional, en Madrid, y este año a un concierto de Duky (un rapero) en Barcelona”. El periplo de Gabi nos confirma los datos del informe de la Fundación SGAE.

La comunidad madrileña atrajo algo más de un tercio de toda la actividad en las artes escénicas mientras Cataluña superó por poco el 20%. Ambas reunieron a más de la mitad de los espectadores de todo el país. Pero la escena madrileña superó los dos millones ochocientos mil espectadores, y Cataluña se quedó en un millón trescientos mil, menos de la mitad.

Ambas comunidades “concentran grandes infraestructuras, los grandes estrenos -explica Rubén Gutiérrez, director general de la Fundación SGAE- por ejemplo, si pensamos en música popular o en artes escénicas, las compañías de fuera, los grandes festivales, los festivales de carácter internacional...esto ocurre principalmente en Madrid y Barcelona. Festivales como el Temporada Alta, el Grec, el Festival de Otoño... la programación regular de algunos teatros públicos, y la concentración de los grandes espectáculos privados muchos de ellos de un elevado carácter comercial con una gran calidad, como pueden ser los musicales son los principales responsables de esas cifras”

La ventaja de Madrid: teatros, auditorios y una programación estable

La Comunidad de Madrid barre en espectadores en casi todas las artes escénicas “tenemos que tener en cuenta que tienen una presencia cada vez mayor de espectáculos de muy gran formato-señala el técnico-espectáculos de naturaleza musical que tienen capacidad de atraer muchísimo público, no solamente residentes en Madrid sino de articular alrededor mucha oferta de turismo cultural”.

Una buena oferta de auditorios, y de teatros, “más difícil conseguir en otras ciudades”, y grandes espectáculos que aguantan mucho tiempo en la cartelera, son las claves que explican este éxito de público y a concentrar más de la mitad de la recaudación total del teatro. La cartelera que ofrece ha hecho que “lo que hace 20 años veíamos en Londres o en Nueva York. En cierto modo Madrid sí se ha convertido en una ciudad que puede atraer gente por lo que pasa en sus carteleras. Madrid ha sido capaz de crear en sus teatros y auditorios unas cartelera atractiva para atraer turismo cultural”.

La asignatura pendiente: los grandes festivales

Los conciertos y los grandes festivales sí han conseguido superar las cifras prepandemia: el año pasado se celebraron casi 100 mil conciertos, con una asistencia de más de diecinueve millones de espectadores. A pesar de que en Madrid se organizaron uno de cada cuatro, es Andalucía la que lidera la asistencia, por encima de Madrid y Cataluña. Incluso sumando los festivales, que elevan la cifra global de asistencia a casi veinticinco millones de espectadores, Andalucía sigue liderando, seguida esta vez de Cataluña.

El problema, según nos cuenta Rubén Gutiérrez es que en “Madrid faltan infraestructuras, unos grandes recintos para realizar festivales en buenas condiciones. Este año por ejemplo, hubo un intento de traer el Primavera Sound a Madrid, un intento que tuvo grandes complicaciones que llevó a la organización a decidir no volver a traerlo por ahora. Sin embargo, en Cataluña y Andalucía sí hay espacios con capacidad de concentrar a cincuenta o sesenta mil personas con buena movilidad, con acondicionamiento del espacio”.

Dos modelos

Si en Madrid la oferta cultural en artes escénicas se centra en su red de auditorios, teatros y grandes espacios escénicos que permiten programaciones estables y producciones importantes, y de ahí su éxito. Cataluña “tiene una infraestructura y capacidad organizativa de grandes festivales de músicas popular, por ejemplo el Sonar, que es el centro de la oferta mundial en música avanzada de baile y electrónica-explica Gutiérrez- depende de como se ha ido centrando las propias estrategias y las infraestructuras culturales.