"El teatro del mundo", la polémica por maltrato animal en el Guggenheim

El partido ecologista Equo Berdeak  pide una modificación urgente de la ley vasca de protección de los animales para impedir "maltratos" como los que se producen, a su juicio, en una muestra del Guggenheim de Bilbao. 

El teatro del mundo (Theater of the World), 1993 Exposición del Guggenheim

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Equo, al igual que otras asociaciones ecologistas y animalistas, han denunciado la presencia de animales vivos en una obra de la exposición sobre el arte en China entre 1989 y 2008 titulada "El teatro del mundo", de Huang Yong Ping, que contiene una serie de insectos y reptiles que conviven en el interior de una jaula.

El director del Museo Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, ya ha negado "categóricamente" que el centro exponga ninguna obra que implique maltrato hacia los animales y que cuando se muestra alguna que contiene animales vivos, estos son objeto de "la mayor atención y cuidado".

En un comunicado, Equo Berdeak asegura que la exhibición en el Guggenheim de reptiles, anfibios e insectos vivos "obligados a devorarse ante la mirada de los visitantes" evidencia la urgente necesidad de actualizar la ley vasca de Protección de Animales de 1993.

Pese a la existencia de esta normativa, añade el partido ecologista, "se continúan registrando manifestaciones como estas que atentan contra los animales", por lo que la normativa tiene que fijar "con mayor claridad y firmeza qué conductas deben comportar sanciones para los infractores".

Equo Berdeak, partido incluido en la coalición Elkarrekin Podemos del Parlamento Vasco, ha anunciado que está ultimando una propuesta de ley de modificación de la actual normativa de protección de animales que será presentada en la Cámara de Vitoria antes del verano.

Considera que en el caso de la muestra del Guggenheim la protección y respeto a los animales "queda supeditada a la libertad de expresión de los artistas y no debe ser así".

"Encerrar a unos animales en un recinto que no es su hábitat natural y está acondicionado para ellos, con el objetivo de que se devoren como espectáculo, es claramente un caso de maltrato que no puede ampararse en la libertad de expresión", insiste Equo, que participará en una concentración de protesta convocada  frente al museo. 

LA EXPOSICIÓN: ARTE Y CHINA DESPUÉS DE 1989: EL TEATRO DEL MUNDO

Gu Dexin. Piezas de plástico

Gu Dexin. Piezas de plásticoPlástico quemado, 287 piezas, dimensiones variables con la instalación.

 

"Arte y China después de 1989 presenta obras de aproximadamente 60 artistas y colectivos clave que han trabajado tanto en China como en el resto del mundo"  podemos leer en la presentación que realiza de la exposición el museo bilbaíno, que destaca que "con su provocadora crítica aspiran a forjar una realidad libre de ideología, a reforzar el papel del individuo al margen de lo colectivo y a definir la experiencia contemporánea en China en función de una perspectiva universal". 

"Enmarcada entre el fin de la Guerra Fría y los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, la exposición examina la experimentación artística en un período caracterizado por el comienzo de la globalización y el nuevo auge de China en la escena mundial. El subtítulo de la exposición, El teatro del mundo, procede de una instalación del artista Huang Yong Ping, residente en París. Esta pieza en forma de jaula, que alberga en su interior diferentes especies de insectos y reptiles, constituye una metáfora de la era de la globalización y se inspira tanto en la cosmología china como en las ideas occidentales de la época de la Ilustración sobre el panóptico como estructura de control y en la crítica de la modernidad de Michel Foucault" seguimos leyendo.

"El año 1989 supuso al mismo tiempo un final y un principio para el arte y para China. La represión militar del movimiento estudiantil de protesta en Tiananmén durante el Incidente del 4 de junio marcó el fin de una década de exploración política, intelectual y artística relativamente abierta. También señaló el comienzo de una serie de reformas que, si bien se llevaron a cabo bajo condiciones autoritarias, iniciarían una era de desarrollo acelerado, de interconexión internacional y de nuevas posibilidades para el individuo. Los artistas fueron catalizadores de los enormes cambios que se iban sucediendo, pero también se mostraron escépticos ante ellos. Adoptaron la posición crítica y las propuestas abiertas del Arte Conceptual internacional para crear performances, pinturas, fotografías, instalaciones y vídeos, y pusieron en marcha distintos proyectos de activismo buscando la implicación directa en la sociedad. Su entrada en escena durante la década de 1990 y principios de la de 2000 coincidió con el momento en que el arte occidental empezaba a mirar más allá de sus centros de producción tradicionales y el fenómeno del arte contemporáneo global iba tomando forma. Los artistas chinos desempeñaron un papel crucial en esta evolución.

Arte y China después de 1989 está organizada en seis secciones cronológicas y temáticas, que se distribuyen a lo largo de las salas de la segunda planta del Museo. Si bien la exposición abarca una gran diversidad de propuestas, todos los artistas tienen en común su búsqueda de una reflexión que trasciende las luchas políticas de China y la simplicidad de los dogmas de Oriente-Occidente. La libertad de un “tercer espacio” les aportó una distancia fundamental y una visión singular para lidiar con el legado de la historia de China, la modernidad internacional y el neoliberalismo global de los años noventa. Su gran creatividad permite que desarrollemos nuestra visión cada vez más amplia del arte contemporáneo y estimula nuevas maneras de pensar en un momento en que las cuestiones que estos autores han abordado (identidad, igualdad, ideología y control) tienen una mayor relevancia".

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