DEFENSA TRIBUNALES
Supremo confirma 5 meses prisión marinera agredió superior en misión Atalanta
La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha confirmado la condena de cinco meses de prisión a una marinera por agredir a una cabo, bajo la justificación de "me quiero ir a España", cuando se encontraban a bordo de la fragata Victoria, que navegaba por aguas del Índico en la Operación Atalanta de lucha contra la piratería.
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La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha confirmado la condena de cinco meses de prisión a una marinera por agredir a una cabo, bajo la justificación de "me quiero ir a España", cuando se encontraban a bordo de la fragata Victoria, que navegaba por aguas del Índico en la Operación Atalanta de lucha contra la piratería.
En una sentencia del 24 de enero, la Sala de lo militar del Supremo desestima un recurso de casación contra una sentencia dictada por el Tribunal Militar Territorial Primero de 16 de mayo de 2017, que condenó a cinco meses de prisión a la que fuera marinero de la Armada como autora responsable del delito consumado de "insulto a superior" en su modalidad de maltrato de obra a un superior, previsto y penado en el Código Penal Militar.
Los hechos ocurrieron el 18 de noviembre de 2015, cuando la marinera, después de finalizar su turno de guardia en la fragata Victoria, navegando en aguas del Índico, se dirigió a una cabo en la sala de estar, donde la agarró de forma airada por la camiseta y el pelo.
Ello motivó la reacción de la cabo, a consecuencia de la cual ambas cayeron al suelo, quedando la cabo encima de la marinero, agarrándola por los hombros para sujetarla, al tiempo que gritaba "Cabo, cabo...", para llamar la atención del personal que estaba en la zona.
Tras el incidente y preguntada por los compañeros sobre su acción, la marinero respondió: "Se me ha ido la cabeza, me quiero ir a España".
También ante el Comandante de la Guardia de la Primera vigilancia en el Centro de Información y Combate, avisado de lo sucedido, confesó que tenía un gran estado de ansiedad y que se quería volver a España y que necesitaba agredir a la cabo o tirarse por la borda.
Como consecuencia de estos hechos, la marinero fue repatriada a España, ordenándose la vuelta por vía aérea desde Yibuti.