Muchas dudas en las Bolsas, mientras la rentabilidad de los bonos españoles cae a mínimos
Preocupan los efectos que pueda provocar el veto de Estados Unidos al gigante Huawei
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Volatilidad. Esa es la palabra que define lo que ha ocurrido hoy en las Bolsas. Se ha dejado notar el vencimiento de opciones y futuros financieros, pero la inestabilidad ha venido sobre todo de la mano de una incómoda sensación de incertidumbre que lo inunda casi todo. Los inversores han agradecido la decisión del presidente Trump de retrasar seis meses su decisión sobre los aranceles a los automóviles europeos. Pero preocupan y mucho los efectos que pueda provocar el veto de Estados Unidos al gigante Huawei. De momento, China ha dejado claro que responderá, podría incluso suspender las negociaciones comerciales, y no se descartan otras medidas más drásticas. Nadie olvida que China es el mayor tenedor del mundo de bonos estadounidenses, con una cartera de más de un billón de dólares. De momento, esa cartera se ha reducido a su nivel más bajo de los últimos dos años y medio. Algunos analistas creen que la guerra comercial puede reducir en un 1 por ciento el crecimiento del PIB de China en este año.
El índice Ibex 35 ha cerrado en 9.280 puntos, con pérdida de un 0,26 por ciento. En esta semana, la Bolsa se ha revalorizado un 1,8 por ciento, lo que no está nada mal teniendo en cuenta lo complicadas que están el cosas en el ámbito económico y geopolítico. En lo que va de mes, la caída es de un 3 por ciento, lo que reduce la ganancia acumulada en el año al 8,6 por ciento. Los analistas técnicos sitúan en 9.200 puntos el nivel que no “debería” perder el mercado en el corto plazo. Si lo hiciera, podría sufrir un recorte añadido el orden del 3 por ciento. Ahí seguramente surgirían las órdenes de compra de los cazadores de gangas. Por arriba, los expertos sitúan el próximo nivel de resistencia al alza en torno a los 9.500 puntos.
La inflación en la zona euro creció siete décimas en abril, con una tasa interanual del 1,7 por ciento. Ambas cifras se han ajustado a las previsiones de los analistas, por lo que no han influido en los mercados. El índice de indicadores de EEUU, o “leading indicators” que mide la tendencia futura de la economía, ha mejorado dos décimas. Y ha mejorado también la confianza del consumidor según el termómetro de la Universidad de Michigan. Wall Street ha agradecido ambos datos.
Los analistas, además de la tensión comercial entre las dos mayores potencias económicas del mundo, recuerdan la retahíla de factores negativos que pueden influir en el futuro a corto y medio plazo de los mercados financieros. Entre ellos se cuentan el deterioro de la actividad económica, sobre todo en Europa, la incertidumbre que genera el Brexit, la subida de los precios del petróleo o la preocupación que genera Italia con su intención de incumplir los objetivos de déficit.
Las dudas de los inversores se traducen en un trasvase de dinero hacia los activos más defensivos. Los inversores buscan refugio sobre todo en los bonos alemanes. Pero también compran bonos españoles y de EEUU en cantidades industriales. La prima de riesgo de España se reduce a 97 puntos, con el rendimiento del bono a diez años en el 0,85 por ciento, un nivel nunca antes visto. El “bund” alemán se sitúa ya en el menos 0,11 por ciento. Se acerca a sus rendimientos mínimos de la historia. También cae la rentabilidad de los bonos de EEUU, que se sitúa ya por debajo del 2,4 por ciento.
En el mercado de divisas, el yuan chino marca mínimos de un año, mientras el euro se cambia claramente por debajo de 1,12 dólares y la libra esterlina cae con fuerza, presionada por la incertidumbre sobre el Brexit. Se cambia por debajo 1,28 dólares. La primera ministra Theresa May dimitirá tras la próxima votación del Brexit en el parlamento, que se realizará en junio. En el de materias primas, el petróleo se paga a 73 dólares por barril. La creciente tensión en el Golfo Pérsico impulsa los precios. La próxima semana se reunirán los países miembros de la OPEP.