La Bolsa espera con calma tensa la revisión del cuadro macroeconómico

El índice Ibex 35 baja apenas un 0,2 por ciento, hasta 8.620 puntos

La Bolsa española subió este jueves el 0,47 % y recuperó el nivel de los 8.600 puntos

Fernando Mañueco

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El día comienza con tranquilidad en los mercados europeos de valores en esta última sesión de la semana. Ni frío ni calor. El índice Ibex 35 baja apenas un 0,2 por ciento, hasta 8.620 puntos. A falta de cierre de hoy, esta corta semana se salda en la Bolsa con una ganancia del 0,6 por ciento. En lo que va de año acumula un revalorización cercana al 7 por ciento.

Ayer el índice S&P 500 de Wall Street volvió a cerrar en máximos históricos, mientras el Dow Jones y el Nasdaq rozan los suyos. La Reserva Federal de EEUU mantendrá sus medidas de estímulo el tiempo que sea necesario hasta constatar el inicio de la recuperación económica. No tendrá prisa ni para subir el precio del dinero ni para retirar sus compras de bonos. Y la Bolsa lo agradece. El lado malo es que el banco central estadounidense reconoce implícitamente que la recuperación es lenta e incompleta, por eso necesita extremar la prudencia a la hora de retirar los programas de estímulo. La próxima reunión de la Reserva Federal está prevista para el día 28 de este mes.

Dentro de casa, ayer la Airef, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, rebajó su previsión de crecimiento de la economía española. Espera ahora un aumento del PIB del 6,6 por ciento en este año, frente al 6,9 estimado anteriormente. El gobierno también rebajará sus estimaciones. Lo hará hoy mismo la ministra de Economía y vicepresidenta segunda, Nadia Calviño. En sus presupuestos del Estado ha pecado de excesivamente optimista, al prever un crecimiento del 7 por ciento. La escasa fuerza de la recuperación en el primer trimestre por el impacto de la pandemia y las restricciones obliga al Ejecutivo a rebajar sus expectativas, se espera que hasta el 6 y medio por ciento.

Hace pocos días el Fondo Monetario Internacional mejoró cinco décimas su previsión de crecimiento para la economía española en este año, hasta el 6,4 por ciento. En el pasado ejercicio, el PIB se contrajo un 11 por ciento. Por su parte, Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorro, considera que hasta el verano no comenzará producirse una sólida recuperación económica. Para el primer trimestre del año los analistas de Funcas estiman una contracción del PIB de una décima.

En Alemania se acaba de conocer que han crecido tanto las exportaciones como, sobre todo, las importaciones, mientras la producción se ha contraído un 1,6 por ciento, cuando se esperaba una mejoría. También ha decepcionado el dato de producción fabril en Francia. En China la inflación se ha contraído medio punto en el mes de marzo, pero ha crecido un 0,4 por ciento en tasa interanual debido al aumento de los precios de los combustibles. Es un dato que los inversores dan por bueno.

En el mercado petrolero, el crudo tipo Brent del Mar del Norte se paga a 63 dólares, sostenido por algunos sólidos datos de actividad económica que se han publicado en Estados Unidos. Los países exportadores integrados en la OPEP y Rusia acordaron la semana pasada mantener sus actuales cuotas de producción en abril, pero con la intención de incrementarlas en los meses siguientes. Esperan aumentar su ritmo de extracción en 0,35 millones de barriles diarios en mayo, otros tantos en junio y 400.000 barriles más en julio. La OPEP apuesta de esta manera por un incremento de la demanda con la llegada del verano al hemisferio Norte. Los analistas de Goldman Sachs creen que la recuperación total de la demanda crudo y carburantes no se producirá hasta el verano de 2022. Los analistas de Morgan Stanley creen que el crudo puede alcanzar los 70 dólares en el tercer trimestre del año. Esperan que la demanda aumente con fuerza en el segundo semestre.

El oro repunta hasta 1.750 dólares por onza. Los analistas pronostican subidas de precio a medio y largo plazo, debido a la esperada recuperación económica y a las presiones inflacionistas que traerán consigo los multimillonarios programas fiscales de estímulo en medio mundo. El oro es un refugio tradicional que utilizan los inversores y los ahorradores en momentos de crecimiento de la inflación. En el corto plazo se espera que el vil metal vuelva a los 2.000 dólares por onza.