Conseguir cita para la Seguridad Social: misión imposible antes de tres meses

El organismo público ha perdido 10 mil empleos en la última década. Los sindicatos piden reforzar las plantillas a través de una Oferta de Empleo Público Específica

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Tramitar prestaciones tan esenciales como las pensiones, el Ingreso Mínimo Vital y las bajas laborales o incluso pedir información se ha convertido en toda una odisea para la población española. Conseguir una cita en una oficina de la Seguridad Social es hoy misión imposible. La media de espera nacional está en los 3 meses, pero en las capitales de provincia como Madrid y Barcelona se llega a superar ese tiempo.

En COPE nos hemos acercado a una oficina de la Seguridad Social en Madrid. Allí nos hemos encontrado con Jesús, que lleva más de tres meses esperando para conocer por qué se le denegó una prestación. “La última vez que vine había un vigilante jurado y no dejaba entrar a nadie sin cita previa. Te daban un teléfono al que llamaras a la hora que llamaras, no te cogía nadie. Por Internet mis hijos han intentado pedir cita a cualquier hora del día e imposible. Así que hemos decidido volver a venir sin cita previa”, cuenta el madrileño.

Isabel llevaba meses intentando obtener la clave permanente para así poder conocer cuanto tiene que pagar. “Por Internet no conseguía nada y el teléfono al que he llamado parece ser que no existe”, explica la mujer, que tras ir presencialmente a la oficina ha conseguido que le diesen una cita. Pilar no tuvo tanta suerte. Quería saber si su marido podía prejubilarse tras haber sido despedido, pero no la pudieron atender. “La única cita que hemos conseguido ha sido para dentro de dos semanas en Sigüenza (Guadalajara). A 138 kilómetros de mi casa”, cuenta indignada esta madrileña.

El Ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, pretende abrir las oficinas por la tarde, agilizar la atención al ciudadano, incrementar el número de personas atendidas a diario por cada funcionario y atender sin cita previa a los mayores de 65 años. Un plan que no ha contentado a los trabajadores. “No podemos bajar los tiempos de atención al público porque daríamos un servicio de peor calidad. Lo que no podemos hacer es despachar en 10 minutos a una persona que tiene problemas para contactar con nosotros, para que a lo mejor luego tengamos un error en el expediente”, explica Ricardo Aguirre, responsable del sindicato de los funcionarios, CSIF, en la Seguridad Social. “Aunque no abriésemos al público, nosotros ya hacíamos tardes. En ese horario nos encargábamos de tramitar el expediente. Además, modificaría el calendario laboral establecido”, cuenta el funcionario, quien añade que este plan solo va a conseguir que las colas se dupliquen.

26 mil empleados para 20 millones de afiliados y 10 millones de pensionistas

En tan solo una década la Seguridad Social ha pasado de 36 mil a 26 mil trabajadores. Y en los próximos cinco años se van a jubilar dos tercios de la plantilla. Con estos escasos efectivos tienen que atender a 20 millones de afiliados, 10 millones de pensionistas, 2,5 millones de peticiones de Ingreso Mínimo Vital, así como bajas laborales, maternidades, paternidades, etc. “Se nos ha incrementado un 25% la carga de trabajo y falta el 25% de la plantilla”, cuenta Ricardo Aguirre.

Los sindicatos piden reforzar las plantillas a través de una Oferta de Empleo Público Específica y que lleguen con tiempo para poder formarles, ya que como explica Aguirre “no son procedimientos fáciles y necesitan su tiempo”