Jornada negativa en unas Bolsas marcadas por la caída de los bancos y la subida del petróleo
El euro pierde fuelle, se cambia por poco más de 1,12 dólares y también se debilita la libra esterlina
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Hoy los inversores han dispuesto de un par de indicadores de relieve. Uno a cada lado del Atlántico. En Estados Unidos las ventas de casas nuevas han crecido un 4,5 por ciento, lo que ha fortalecido al dólar y animado a la Bolsa de Nueva York. En marzo se vendieron 692.000 viviendas, frente a las 662.000 del mes anterior. Algunos analistas consideran que el próximo de la Reserva Federal de Estados Unidos será reducir el precio del dinero. En Europa, el índice de confianza del consumidor se ha situado en una lectura de menos 7,9 puntos, muy lejos del menos 7,0 que esperaba el mercado y del menos 7,2 de la lectura anterior. Son datos poco halagüeños. Tras estos indiciadores, el euro pierde fuelle, se cambia por poco más de 1,12 dólares y también se debilita la libra esterlina. Se aleja de la referencia de 1,30 dólares.
Uno de los miembros del consejo del BCE, Benoit Coeure, ha asegurado que el crecimiento económico volverá a la zona euro en la segunda mitad de este año... si se resuelve el conflicto comercial. Además, ha reiterado que no espera una recesión económica. Pero lo que más ha influido hoy en los mercados ha sido la alusión de Coeure a que no es necesario escalonar el tipo de deposito, la tasa que tienen que abonar las entidades financieras que aparcan sus excedentes de liquidez en el BCE.
Los bancos están sufriendo especialmente desde hace meses por la conjunción de una muy reducida actividad económica con tipos de interés en cero y que seguirán bajos durante mucho tiempo más. Hoy las acciones de los bancos han sufrido en Bolsa. Caixabank y Bankinter, por ejemplo, ha perdido un 3 por ciento y un 2 por ciento se ha dejado BBVA. Más de un 1 por ciento ha bajado el Banco Santander, que publicará resultados el día 30. Los analistas esperan un beneficio neto de alrededor de 1.800 millones de euros en el primer trimestre de este año, frente a los 2.054 millones que consiguió en el primer cuarto de 2018.
Con los bancos a la baja es difícil que suba la Bolsa. Hoy el índice Ibex 35 ha perdido un 0,57 por ciento, hasta 9.527 puntos. Pone fin a una racha de seis sesiones con ganancias. Han subido Repsol y Técnicas Reunidas al calor del encarecimiento el petróleo. Por el contrario, otras empresas, como las aerolíneas, sufren los efectos de unos carburantes más caros. IAG ha perdido hoy un 3,6 por ciento. El barril de crudo supera esta tarde los 74,5 dólares. Estados Unidos está apretando un poco más las tuercas al régimen iraní y el precio del crudo aumenta. Acumula ya una subida próxima al 40 por ciento en lo que va de año. También han bajado Telefónica, Inditex y las empresas acereras. Por su parte, y sin salir de las referencias de los grandes bancos centrales, el Banco Popular de China podría ralentizar o incluso paralizar la reducción de las reservas obligatorias de los bancos. Los datos de PIB del primer trimestre en China han sido mejores de lo que se esperaba, lo que puede inducir al banco central a suavizar sus medidas de estímulo económico.
La prima de riesgo de España aumenta a 108 puntos, con el rendimiento del bono a diez años en el 1,12 por ciento. Los inversores internacionales esperan con expectación las elecciones generales de este domingo en España. El resultado de las urnas puede influir directamente sobre la marcha de las Bolsas y, sobre todo, puede condicionar el mercado de deuda. Existe preocupación ante la posibilidad de que surja un escenario político demasiado fragmentado, que complique la formación de gobierno y /o que dibuje un escenario de inestabilidad. En los últimos días la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, y el presidente del Sabadell, Joseph Oliú, han salido a la palestra para avisar sobre el riesgo que supone la inestabilidad política. Una situación de difícil gobernabilidad podría ahuyentar a los inversores internacionales.