Las Bolsas descuentan un principio de acuerdo comercial entre China y Estados Unidos

El Ibex 35 ha cerrado en 9.104 puntos, con alza de un 1,25 por ciento

La Bolsa

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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Los inversores confían en que las dos mayores potencias económicas del mundo consigan suavizar sus diferencias y acercar posturas. No está claro que Pequín y Washington vayan a alcanzar acuerdos globales importantes, pero a estas alturas los mercados se conformarían con alguna aproximación. Algo parecido a un acuerdo de mínimos que permita a ambos países salvar la cara... y que permita respirar a la economía mundial.  La esperanza es lo último que se pierde y los mercados siempre encuentran un resquicio para el optimismo, por si suena la flauta y China y Estados Unidos logran que se aplace la entrada en vigor de nuevos aranceles. Llegados a este punto, cualquier paso en la dirección correcta sería considerada como todo un logro.

En este sentido el presidente Trump ha asegurado vía tuit que se reunirá mañana con el viceprimer ministro chino, Liu He, lo que se interpreta como una muy buena señal. Ambos intentarán poner punto final a una guerra comercial que se extiende ya por más de un año. Quince meses para ser exactos. Fuentes de Estados Unidos han asegurado oficiosamente que esperan un acuerdo de “no agresión” en el mercado de divisas, lo que podría conducir a que  no entren en vigor los nuevos aranceles a productos chinos previstos para la semana que viene. Tanto China como Estados Unidos prefieren tener una divisa relativamente débil frente al resto para facilitar sus exportaciones. Si no hay acuerdo, el 15 de octubre entrarán en vigor nuevas tasas de Estados Unidos a productos chinos por importe de 250.000 millones de dólares. Subirán del 25 al 30 por ciento. 

Han subido las Bolsas europeas y también Wall Street opera al alza. El índice Ibex 35 ha cerrado en 9.104 puntos, con alza de un 1,25 por ciento. Se han disparado las empresas acereras, que son especialmente sensibles a las noticias sobre la guerra comercial. Han reaccionado los bancos, muy castigados en las últimas semanas y meses. Pero el valor estrella ha sido Indra, que ha subido cerca de un 10 por ciento. La empresa se ha hecho con el contrato para el recuento de votos en las próximas elecciones generales del 10 de noviembre. Sólo han flojeado las eléctricas.   

Además de la guerra comercial, los inversores de medio mundo han tenido que vigilar con el rabillo del ojo otros condicionantes importantes. Esta tarde se ha conocido que el IPC de EEUU ha tenido un crecimiento cero en septiembre, cuando se esperaba un repunte de una décima. Es su lectura más débil desde enero. Este dato refuerza las probabilidades de que la Reserva Federal vuelva a recortar el precio del dinero. Podría hacerlo ya su próxima reunión del 30 de octubre. La tasa interanual de inflación se mantiene en aquel país en el 1,7 por ciento.

En el mercado de divisas, el euro aprovecha esa posibilidad de una nueva rebaja de tipos en Estados Unidos y se apoya también en un posible acercamiento de posturas entre el Reino Unido y la Unión Europea. El euro supera el nivel de 1,10 dólares. Se cambia esta tarde por 1,1020. 

Estos argumentos pesan más en el mercado de divisas que el goteo de pobres indicadores económicos que se está produciendo en Europa. Hoy se ha conocido que la  producción industrial en Francia se ha reducido nueve décimas, cuando se esperaba una ligera mejora. El Reino Unido el PIB se ha contraído una décima de punto, frente al crecimiento del 0,3 por ciento en el mes anterior. Si finalmente se produce un Brexit caótico y traumático, las cosas pueden empeorar notablemente en la economía del Reino Unido. Dentro de casa los inversores han torcido el gesto ante la caída en la compra venta de viviendas. Han caído un 21 por ciento en agosto, que es su mayor caída del último lustro. Pero no sólo es Europa. Los pedidos de bienes industriales en Japón se han contraído un 2,4 por ciento el mes  pasado, que es un dato mucho peor de lo que se esperaba. Además el índice de precios industriales se redujo en septiembre en le imperio del Sol Naciente un 1,1 por ciento. Estos datos quieren decir que en todas partes cuecen habas y que también se está enfriando la economía japonesa.

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