El caos político en el Reino Unido hace temblar a las empresas españolas con mayores intereses en aquel país

El índice Ibex 35 ha bajado un 0,36 por ciento hasta 9.073 puntos

Imagen de la Bolsa de archivo

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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Los mercados europeos de acciones y de divisas se han tambaleado  Han pasado en un suspiro de la celebración a la preocupación.  De las risas al llanto en pocos minutos. Ha caído la libra esterlina y se han debilitado las Bolsas tras la vertiginosa cascada de dimisiones en el gobierno británico.

Se han complicado las cosas. Crecen las dudas sobre el futuro de los acuerdos recién firmados entre Londres y Bruselas para la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Hay dudas incluso sobre la continuidad de la primera ministra, Theresa May, al frente  del ejecutivo. Los analistas del banco japonés  Nomura consideran más probable la celebración de un nuevo referéndum que un Brexit duro, pero sin descartar ni que finalmente el Parlamento británico apruebe el acuerdo, ni tampoco la convocatoria de nuevas elecciones generales.

Con este panorama, la libra esterlina se ha depreciado con mucha rapidez.  La moneda británica ha pasado de 1,30 a menos de 1,28 dólares. Cotiza esta tarde exactamente a 1,2750.  Se refugia en sus cambios más bajos de los últimos 18 meses. El cambio euro-libra se sitúa en 0,89 libras por euro.

Todas las Bolsas han cerrado con números rojos, cuando el día había comenzado de manera diametralmente distinta. París, Francfort y Milán han perdido alrededor de un 0,7 por ciento. La de Londres ha conseguido cerrar en tablas, a pesar de que en la “city” han sufrido los bancos y las constructoras.  La Bolsa de Londres se ha salvado de la quema, porque la propia caída de la libra actúa como bálsamo. Una libra barata facilita las exportaciones de las empresas británicas. La mayor debilidad del euro por su parte, ha suavizado la caída de las restantes plazas.  Podía haber sido peor.

También la Bolsa de Madrid ha recibido la onda expansiva procedente de Londres, ya que algunas de las principales empresas españolas tienen importantes intereses en el Reino Unido. Es el caso, entre otras, de IAG, Banco Sabadell y Banco Santander.  La aerolínea producto de la fusión entre Iberia y British Airways ha perdido hoy cerca de un 5 por ciento. Queda al borde de los 7 euros por título, cuando este verano superaba los 8 euros por acción. No lo ha hecho mucho mejor el Banco Sabadell, que ha caído un 3 por ciento, mientras el Santander se ha dejado en el camino un 1,7 por ciento. Se han salvado de la quema,  mal que bien,  Iberdrola y Ferrovial, que también tienen presencia en UK. El índice Ibex 35 ha bajado un 0,36 por ciento hasta 9.073 puntos.

La inestabilidad política en Gran Bretaña ha afectado también a los mercados de deuda pública. El dinero más temeroso ha buscado un puerto de atraque en los bonos alemanes, lo que ha hecho subir su precio y bajar su rentabilidad. El rendimiento del “bund” alemán a diez años ha bajado cerca un 9 por ciento, hasta el 0,36 por ciento. En consecuencia se han ampliado las primas de riesgo de los países periféricos. La España roza los 130 puntos, mientras la de Italia se dispara hasta 315.

Ahora se abre un futuro incierto. Un futuro complicado para Gran Bretaña, para la Unión Europea, para las Bolsas y para los mercados de divisas y de deuda. No se descarta ni que haya nuevas  elecciones en Gran Bretaña, ni siquiera que se convoque un nuevo referéndum. Hay otra opción, que sin duda sería la peor para todos, tirios y troyanos. Es el fantasma y la amenaza de un Brexit duro, por las malas, con fracturas dentro del Reino Unido y con mayores tensiones con la Unión Europea. A estas alturas ya parece bastante claro que la situación actual es de “todos pierden”.  Un “lose-lose” de consecuencias imprevisibles.

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