Los vendedores vuelven a la Bolsa por Navidad

La Bolsa no levanta cabeza.  El pesimismo es grande. Ni siquiera los precios objetivamente bajos que muestran muchos valores son capaces de animar

Las salidas a Bolsa en España multiplicarán por cuatro su volumen captado en 2019, hasta 3.430 millones

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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Sólo algunos cazadores de gangas se atreven a picotear aquí y allá. Hoy la Bolsa ha puesto a prueba una vez más el soporte técnico de los 8.500 puntos. Estaba por encima de 10.600 a comienzos de año.

El problema es que llueve sobre mojado. La Bolsa está en niveles que no se recordaban desde agosto de 2016. En lo que va de año la caída alcanza ya el 15 por ciento. Puede ser el peor ejercicio bursátil de los últimos diez años. Los analistas técnicos, una vez perforado el soporte de los 8.600 puntos en el índice Ibex 35 (anterior mínimo del año que marcó a finales de octubre) sitúan las siguientes referencias en 8.500 (en ello estamos) y 8.300. Por debajo de estas líneas rojas se abre un profundo acantilado al que nadie quiere asomarse. 

Lo más grave es que en todas partes cuecen habas. Ninguna gran plaza financiera se ha salvado de la quema. Este va a ser un año bursátil para olvidar. La Bolsa de Francfort, por ejemplo, ha perdido un 18 por ciento en 2018. Wall Street pierde en torno a un 10 por ciento. Algo que no se ve frecuentemente. 

Esta mala racha de la Bolsa deja al Banco Santander por debajo de 4 euros por acción. A Telefónica cotizando a menos de siete euros medio y a Inditex a poco más de 22 euros. Hoy se han producido los cambios en el índice Ibex 35. La papelera gallega Ence ocupa el lugar que deja libre supermercados Dia.

Esta semana bursátil será muy breve. Las Bolsas europeas han operado hoy en formato reducido. Sólo media sesión con cierre a las dos de la tarde. Mañana no habrá negociación y tampoco el miércoles 26.

En general los mercados están preocupados por la complicada evolución del Brexit en Gran Bretaña, también por la previsión de más subidas de tipos de interés por parte la Reserva Federal de Estados Unidos, por la guerra comercial y, sobre todo, por el temor a una desaceleración de la actividad económica. Y es que crecen los temores a un enfriamiento económico a nivel mundial. El propio Fondo Monetario Internacional ha constatado que el crecimiento global es más lento de lo que pronosticaba hace sólo tres meses. El Banco de España ha recortado una décima sus previsiones de crecimiento del PIB. También Francia y Alemania han rebajado sus estimaciones. En ambos países, así como en China y en Estados Unidos, se han conocido pobres datos de actividad en los últimos días. Y de postre, la economía de Japón se ha contraído un 2,5 por ciento en el tercer trimestre.

Por eso los inversores no pierden de vista los indicadores económicos. El jueves se conocerán la confianza del consumidor y las ventas de viviendas en Estados Unidos, así como la evolución de las ventas al por menor en España. El viernes se publicará otra batería de datos importantes. Entre ellos las cifras de inflación en España y en Alemania, además del PIB español del tercer trimestre. Los analistas creen que la economía española está creciendo a un ritmo del 2,6 por ciento, una décima por encima del trimestre anterior. En Japón se esperan las cifras de desempleo. En aquel país la tasa de paro se encuentra en un envidiable 2,4 por ciento.

El petróleo, en este entorno de temor a una menor actividad y de menor demanda, ha bajado un 10 por ciento en poco más de una semana. Hoy se paga a menos de 54 dólares por barril. Cotizaba a 80 dólares este mismo verano.

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