La nueva normativa de emisiones rompe el mercado del diésel

El Gobierno quiere restringir el uso de los vehículos diésel mediante la subida de impuestos

La nueva normativa de emisiones rompe el mercado del diésel

Iván Mosquera

Publicado el - Actualizado

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Los concesionarios de coches han marcado una cifra de ventas histórica. Lo han hecho gracias a la bajada de precios en los vehículos diésel, ante el temor a pérdidas importantes con la nueva normativa de emisiones. Un reglamento que entró en vigor el pasado 1 de septiembre y con el que el Gobierno quiere restringir el uso de los vehículos diésel mediante una subida de impuestos. Y así, de paso, paliar las emisiones de óxido de nitrógeno.

Las matriculaciones de turismos y todoterrenos en el mercado español se situaron en 107.692 unidades durante el mes pasado. Esta cifra ha supuesto un crecimiento de casi el 50% en comparación con el mismo mes de 2017. Los fabricantes se han visto obligados a aplicar fuertes descuentos, lo que ha provocado que se disparen las ventas.

Lo hemos podido comprobar con facilidad al acercarnos a cualquier concesionario. El ejemplo que se ha repetido en casi todos es la equiparación de los precios entre diferentes motorizaciones. Un vehículo con motor diésel siempre ha costado más que uno de gasolina. El motivo era simple: consumía menos. Pues bien, ahora los hemos encontrado a precios muy similares. Por no hablar de los descuentos que han ofrecido en los motores de gasóleo, que han superado en 1500 euros a las ofertas en los de gasolina.

Pero ya estamos en septiembre y el primer día del mes entraba en vigor la nueva normativa de emisiones que hemos comentado. Con ella se han terminado los “chollos diésel”. Todos aquellos vehículos de gasóleo que se hayan vendido después del 1 de septiembre están sometidos a más impuestos.

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Nos acercamos a un cambio en el paradigma del transporte mundial. Las ciudades restringen cada vez más el uso de vehículos contaminantes en el centro urbano. Pero acabar con el diésel no va a ser fácil. De él dependen millones de transportistas y, en consecuencia, millones de comercios. Lo que está claro es que los impuestos no son más que el principio. Ya lo advirtió la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, cuando el pasado mes de julio dijo: “el diésel tiene los días contados”.