Renault ofrece hasta 10.000 euros por cambiar un viejo diésel
La oferta será válida a partir de hoy mismo y servirá a los vehículos fabricados bajo las normativas Euro 1 hasta Euro 5
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Apenas ha terminado la maratoniana reunión que la gran coalición ha mantenido hasta altas horas de la madrugada, Renault reacciona ofreciendo desde 2.000 hasta 10.000 euros por automóvil, dependiendo del modelo, en un “plan renove” que servirá para renovar la vieja flota de vehículos diésel por otros ambientalmente más efectivos. La oferta será válida a partir de hoy mismo y servirá a los vehículos fabricados bajo las normativas Euro 1 hasta Euro 5. El cambio de un Twingo de esas normativas será premiado con 2.000 euros, por ejemplo, una Minivan Space con 10.000 euros. Quien renuncia a unos de los viejos vehículos diésel para comprar un coche eléctrico como el Zoé, podrá combinar esta prima con ayudas estatales sumando hasta 8.000 euros.
Renault, como marca de importación en Alemania, no ha tomado parte de las negociaciones oficiales que la canciller Merkel ha mantenido con los fabricantes alemanes para renovar la flota de vehículos diésel más contaminantes, pero este anuncio presiona claramente a las marcas alemanas. Ante la exigencia del gobierno de Berlín al sector automovilístico alemán, de participar en la solución de una crisis que han creado sus ingenieros, el sector había sugerido que participasen también marcas extranjeras, para no quedar en inferioridad de condiciones competitivas, y la respuesta de Renault ha sido unirse a Volkswagen, BMW y Mercedes, que anteriormente habían dado ya señales de compromiso en el proyecto.
La coalición que gobierna Alemania ha acordado esta madrugada un "concepto de aire limpio" con el que espera evitar que los conductores de vehículos diesel se vean impedidos de transitar por el centro de ciudades de todo el país, que están prohibiendo ya su circulación. Se trata de "un concepto en favor del aire limpio y la movilidad individual segura" en las ciudades alemanas cuyos detalles serán dados a conocer en una rueda de prensa a lo largo del día y ya con las respuestas concretas de los fabricantes.
El Gobierno de coalición que dirige la canciller Angela Merkel viene negociando con los gigantes de la industria automotriz un paquete de medidas para reducir los niveles de contaminación del aire en las ciudades, en un momento en el que algunas urbes, como Hamburgo, ya han vetado la circulación de vehículos diésel antiguos. Dentro del Gobierno de coalición existían diferentes sensibilidades y algunas voces se mostraban contrarias a actuar con mano dura contra una poderosa industria que genera mucha riqueza y empleo en Alemania, concretamente 800.000 empleos directos. La industria se resiste a pagar en solitario el importe de los ajustes técnicos, mientras que la ministra de Medio Ambiente, Svenja Schulze, así como asociaciones de consumidores, coinciden en que son las automotrices quienes causaron el problema y que, como tales, deben correr con los gastos. “Todo aquel que quiera evitar la prohibición de circulación de vehículos diésel no puede limitarse únicamente a los autobuses o a los medios de transporte públicos. Si no se llevan a cabo adaptaciones técnicas de coches, el problema no se solucionará", ha subrayado Schulze.