Ni televisor ni nevera: El electrodoméstico que infla tu factura de la luz si olvidas este gesto
En nuestra factura de la luz hay gastos que pasamos por alto y que teniéndolos en cuenta en nuestro día a día nos puede ahorrar un buen pico a fin de mes
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La factura de la luz es uno de los mayores hándicap de los consumidores. Y es que renunciar a este gasto es complicado porque de él depende el funcionamiento de los electrodomésticos de nuestro hogar.
Lo cierto es que ni todos los aparatos que manejamos, ni todos los modelos consumen lo mismo. Su gasto de energía puede variar dependiendo de su eficiencia energética, su tamaño, capacidad y de la frecuencia con que los utilicemos.
Por eso es importante elegir aquellos que sean más eficientes y nos ayuden a ahorrar unos eurillos a final de mes y a largo plazo.
Estudios recientes evidencian que casi el 90% de los españoles valora el certificado energético al comprar un electrodoméstico y prefiere aquel que consuma poco.
Los que consumen menos energía no solo son más eficientes, también son más duraderos, lo que puede permitir prolongar su vida útil.
Vampiros energéticos: Hasta 1.700 euros
El consumo de los electrodomésticos supone el 55% de la energía eléctrica que se gasta en un hogar, según explica la OCU que señala que el consumo medio de una familia española oscila entre 3.500 y 5.700 kWh anuales. A un coste medio de electricidad de 0,30 €/kWh, nos supone un gasto anual de entre 1.000 y 1.700 euros.
Entre esos 'vampiros' energéticos destacan la secadora, el lavavajillas, el frigorífico, la lavadora, televisor y horno.
De esta manera, señala esta organización, poner tres lavadoras nos supone, solo en electricidad, un gasto medio de un euro. Luego solo hay que multiplicar por las veces que apretemos su botón.
De todas maneras, reducir su gasto, aunque sea poco, es posible. Basta con frenar el consumo fantasma, ese que tienen nuestros electrodomésticos simplemente por el hecho de estar enchufados con el piloto encendido. "El consumo en stand-by de una familia puede equivaler a unos 112 euros al año. En una familia con muchos electrodomésticos, esto puede incrementarse hasta 610 kWh/año, unos nada despreciables 183 euros".
Impresora: Tinta, láser o frecuencia
La OCU ha analizado los cinco aparatos que mayor consumo en stand by tienen en casa. El router, la cadena de música, la caldera de gas o los altavoces tipo Alexa son algunos de los aparatos que más contribuyen a ese gasto fantasma. Pero, sorpresa, la palma se la lleva la impresora, con un consumo que asciende a los 52,6 kW/h. Esto supone un gasto para nuestro bolsillo de 15,77 euros anuales que no es mucho, pero que sin duda suma números a nuestra factura.
En general hay que tener en cuenta que no todas las impresoras gastan lo mismo. Por ejemplo, las de tinta tienden a ser más eficientes que las de láser, que implican por lo general más gasto al tener que calentar el tóner antes de imprimir.
La frecuencia de impresión también influye, es decir no es lo mismo imprimir de manera puntual y fraccionada en el tiempo que hacerlo regularmente. En el primer caso se produce "un consumo de tinta añadido en el caso de las impresoras con cabezales de tinta, que tienen que hacer el limpiado inicial en el que se gasta mucha tinta", según explica quecartucho. Al contrario que en las de láser en las que "no se pierde polvo de tóner por las inicializaciones".
Pero estas últimas también tienen su cara b. Encender y apagar una impresora láser gasta mucho más al tener que calentarse. Las de tinta por el contrario, "no necesitan calentamiento previo". Por eso es recomendable aprovechar e imprimir varios documentos a la vez.
Reducir su consumo
Para reducir su consumo se puede optar por configurar tu impresora para que entre en modo de suspensión o apagado automático después de períodos de inactividad.
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Enchufes inteligentes
Lo recomendable es desenchufa de la corriente los aparatos como ordenador, robot de cocina o televisor cuando dejes de usarlos, recuerda que no basta con apagarlos desde el mando.
Existe enchufes inteligentes que permiten desconectar el aparato de la red cuando ha finalizado su tarea.