Una vez más, el presidente de Estados Unidos inyecta incertidumbre en los mercados

 Las entidades financieras sufren ante un futuro marcado por un precio del dinero más bajo y por una economía que se debilita

Una vez más, el presidente de Estados Unidos inyecta incertidumbre en los mercados

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Al final se han complicado las cosas en las Bolsas. El mercado ha evolucionado a peor a lo largo del día. Han vuelto a crecer las dudas en los mercados sobre la guerra comercial después de que el presidente Trump haya amenazado de nuevo a China. Ha vuelto a colocar en lo alto de la mesa la posibilidad de imponer nuevos aranceles al gigante asiático por 325.000 millones de dólares. A estas alturas ya nadie sabe, de verdad de la buena, qué puede esperarse de las negociaciones entre Washington y Pequín. La incertidumbre es uno de los grandes enemigos de la Bolsa. 

El índice Ibex 35 ha puesto fin a una racha de cuatro sesiones alcistas. Ha pasado en pocas horas de atacar la zona de los 9.400 puntos a buscar apoyo en los 9.300. Hoy hay cerrado en 9.284 con baja de un 0,99 por ciento. Han reaccionado las empresas gasistas, muy castigadas en las últimas semanas, pero han flojeado Repsol, Telefónica y, sobre todo, los bancos. Las entidades financieras sufren ante un futuro marcado por un precio del dinero más bajo y por una economía que se debilita. Los márgenes de los bancos se deterioran. La semana que viene comenzarán a conocerse los resultados trimestrales en el sector bancario.  

No han tranquilizado demasiado los datos de inflación que se han publicado en la zona euro. Se ha situado en el 1,3 por ciento en tasa interanual, frente al 1,2 contabilizado un mes antes. Ha mejorado algo más de lo que se esperaba, pero sigue en sus niveles más bajos desde abril del año pasado. La inflación subyacente, sin contabilizar los elementos más volátiles como los alimentos y la energía, ha crecido del 1,0 al 1,3 por ciento.  En España la tasa general de inflación se sitúa mucho más abajo, en el 0,4 por ciento su nivel más deprimidio de los ultimos tres años. Muy lejos del objetivo del 2 por ciento que maneja el Banco Central Europeo. Es una referencia que tendrá muy en cuenta la autoridad monetaria a la hora de tomar decisiones.

El Banco Central Europeo cree que la economía de la eurozona se ha debilitado en el segundo trimestre y que seguirá haciéndolo en el tercero, como consecuencia de las tensiones comerciales internacionales, del enfriamiento global, de la incertidumbre geopolítica y la vulnerabilidad de algunas economías emergentes. El BCE espera un crecimiento el PIB europeo del 1,3 por ciento en este año y del 1,4 en 2020. Para el ejercicio 2021 pronostica un crecimiento el 1,6 por ciento.

 Los analistas de BBVA Research han mejorado una décima su previsiones del crecimiento económico de España en este año, hasta el 2,3 por ciento. Para el próximo ejercicio sitúa el horizonte de crecimiento en el 1,9 por ciento. Por su parte, los expertos de la Fundación de las Cajas de Ahorros, Funcas, mantienen su previsión de crecimiento de la economía española en el 2,2 por ciento para este año. Consideran que la actividad económica se beneficiará por la política monetaria del BCE, y por el moderado precio del petróleo. Para los años 20 y 21 Funcas  espera un crecimiento del 2 y del 1,8 or ciento, respectivamente.

En los demás mercados, el oro ha subido mientras el precio del petróleo se ha movido con inestabilidad, tras conocerse que los inventarios de petróleo han descendido en Estados Unidos mucho más de lo que se esperaba. Han bajado en más de 3 millones de barriles. Por el contrario han crecido las reservas de gasolina y productos destilados. La prima de riesgo de España ha bajado hasta 74 puntos. La rentabilidad del bono español a diez años ha bajado al 0,45 por ciento, mientra el rendimiento del “bund” alemán se sitúa en el menos 0,29 por ciento. Mañana el Tesoro español volverá  a los mercados en busca de financiación. Colocará deuda a medio y largo plazo. 

En el mercado de divisas, el euro aguanta en la zona de 1,12 dólares, mientras la libra esterlina, a la espera de conocer el nombre del nuevo inquilino de Downing Street, se cambia por poco más de 1,24 dólares. La divisa británica ha caído a mínimos de dos años y medio ante la creciente amenaza de un Brexit sin acuerdo con la Unión Europea.  Según el Fondo Monetario Internacional, el dólar está sobrevalorado entre un 6 y un 12 por ciento. Ese puede ser el porcentaje que se deprecie cuando la Reserva  Federal baje el precio del dinero. La rapidez de la caída dependerá de la agresividad de la Reserva a la hora de recortar sus tipos de interés. 

Temas relacionados