vuelta al cole

Una FP más práctica, principal novedad del curso

También cambian las pruebas de acceso a la universidad

Carmen Labayen

Publicado el

7 min lectura

      
      
             
      

Aterrizar en el aula y en las empresas la nueva ley de Formación Profesional (FP) y los cambios en la Selectividad son las principales novedades del curso escolar 2024/2025 que ahora arranca. La nueva Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) elimina las facilidades introducidas durante el COVID y tiene nuevos criterios de evaluación. En el caso de la FP y, según los expertos consultados por COPE, el reto es organizativo.

Una FP más flexible en busca de empresas implicadas

 Begoña Mate es profesora de Secundaria a Bachillerato y también de Formación Profesional en el Colegio Nuestra Señora del Pilar de Plaza de Castilla en Madrid y la innovación pedagógica es una de sus grandes pasiones. Este año y, según cuenta a COPE, tendrá que emplear toda su creatividad y profesionalidad a fondo para que sus alumnos puedan combinar prácticas en la empresa y formación en el centro escolar desde el primer año de FP.

“No hemos acabado casi de implantar las situaciones de aprendizaje en secundaria que exige la LOMLOE y ya nos tenemos que poner con todas las novedades y actualizarnos para hacer posible la nueva FP.  A diferencia de la reforma educativa, sí hay consenso en que la ley es positiva pero su aplicación práctica supone todo un desafío. Y es que ahora la empresa va a tener que ser también como un profesor y eso es muy difícil”, explica Mate.

Para que el sistema dual que se generaliza este año sea un éxito hace falta que las empresas se impliquen y encontrar el número suficiente de compañías que quieran participar para que los estudiantes puedan “aprender haciendo”, una metodología más práctica y también más atractiva para los alumnos que aplican lo que van estudiando desde el primer momento y, no al final de su formación como era el caso hasta ahora para la mayoría de los grados (exceptuada la FP dual). 

Para evitar el abandono del sistema se introduce además mucha mayor flexibilidad de forma que los alumnos van alternando periodos de práctica con la formación en el aula y a ritmos que cada uno puede adaptar a su conveniencia.

“El objetivo es que aprendan parte de la materia en la empresa. Voy a tratar de que entre ellos se pongan a la orden de forma que el que esté en el aula ayude a estar al día al que viene de la empresa y al revés. Soy consciente de que va a haber como 4 ó 5 ciclos distintos en la misma clase”, asegura esta profesora que imparte un grado de Informática de FP media.

      
             
      

Además de fomentar la empleabilidad y responder mejor a las necesidades del mercado laboral, el objetivo de los cambios de este sistema de FP -que cuenta con más de un millón de estudiantes, un 63 por ciento más que hace 10 años- es lograr que personas que ya están trabajando puedan volver al sistema para aumentar su formación intentar reducir la tasa de abandono que supera el 30 por ciento en el grado medio.

“El alumno históricamente en la FP viene un poco desencantado de la teoría y todo el rato ahí la lengua, las matemáticas y el inglés y quiere ya ponerse en práctica y es un plus de motivación añadida que puedan llegar a la empresa desde el principio y ver para qué va a servir lo que van a estudiar”, señala Mate.

Son metas muy positivas lo que no quita que según explica en COPE Ismael Sanz, investigador de FUNCAS  y profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos https://www.urjc.es/, “la implementación de la reforma durante el primer y segundo año no va a ser sencilla porque incluye mucha flexibilidad y va a ser difícil para los centros educativos organizar las formaciones en trimestres distintos y, sobre todo, encontrar empresas para todos”.

      
             
      

Una PAU menos flexible y que penalizará la ortografía

El nuevo curso también estará marcado por nuevos cambios en la PAU con menos flexibilidad para los alumnos a la hora de elegir ejercicios y preguntas y una prueba que será menos memorística y más competencial como marca la LOMLOE, la última reforma educativa. Un examen que además este curso va a penalizar las faltas de ortografía con hasta el 10 por ciento de la nota.

Ni EVAU ni EBAU, el examen vuelve a llamarse PAU y además de recuperar este nombre la prueba de este curso 2024/2025 limitará la posibilidad que tenían los alumnos de elegir preguntas de diferentes modelos de examen. Los estudiantes deberán escoger un único modelo por materia y responder a todas las preguntas que incluye.

Los ejercicios de cada modelo se contextualizarán en entornos artísticos, científicos, humanísticos y tecnológicos, preferentemente en entornos próximos a la vida del alumnado. Para su resolución, el alumnado deberá demostrar creatividad, capacidad de pensamiento crítico, reflexión y madurez.

      

“Se va a reducir la flexibilidad que es uno de los factores que ha conducido a una inflación de notas que al final no es buena para nadie porque aumenta la presión de los estudiantes en primero y segundo de bachillerato y dificulta la elección de estudios universitarios” explica Sanz.

Y todo porque, según una investigación de FUNCAS, el porcentaje de sobresalientes en los 2 últimos años de Bachillerato se ha duplicado en los últimos 7 años. Superó el 20 por ciento en el curso 2022 frente al 11 por ciento de 2015. También al alza, por poder los alumnos elegir las respuestas que contestaban, las notas en la PAU que ha ido subiendo el listón para acceder a determinadas carreras.

“Debe notarse el alumno que ha aprendido y me parece bien que es lo que pretende la nueva prueba. Si todo el mundo tiene 12 y 13 en el examen como ha ocurrido en pandemia no hay rigor. Es necesario que los alumnos se preparen el temario completo y que no puedan aprobar sabiendo solo la mitad. No puede ser que un ingeniero llegue a la Universidad sin haber estudiado nada de geometría o de álgebra, me parece sin incentivo ninguno” afirma Mate.

Considera que el nuevo examen “está bien pensado en la teoría pero hay que llevarlo a la práctica y tampoco se trata de pasarnos al otro lado”.

El hecho de que la prueba sea diferente en cada Comunidad Autónoma y también el grado de exigencia en el Bachillerato hace que no todos los alumnos accedan en igualdad de condiciones a las plazas universitarias con el modelo de distrito único que permite acceder a los estudios superiores que se ofertan en todo el país.

“La falta de  una prueba de acceso a la universidad única genera una gran desigualdad entre Comunidades Autónomas. Yo vengo de Castilla y León que roza la excelencia en las pruebas educativas internacionales y donde los chicos andan como locos estudiando y te vas a otras comunidades autónomas y es super fácil. Eso hay que igualarlo”, apunta en una entrevista a COPE Angela Melero la nueva presidenta de CONCAPA , la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos.

Con respecto a que la ortografía vaya a penalizar considera que es una buena noticia para quien lo lleve bien y que “obligará a esforzarse más, a leer más y a fijarse en como se escriben las palabras y en lograr una riqueza de vocabulario que permita sustituir unas por otras lo que también es útil en el caso de que tengas dudas de cómo se escriben”. Y todo porque escribir bien, subraya, es uno de los 3 pilares esenciales de la educación junto con la lectura y el cálculo.

También Mate considera que es positivo que la ortografía cuente: “hemos pedido el norte, hay cosas que hay que escribir con rigor y no es tanto si pones burro con “b” o con “v” que también sino que es una forma de escritura y de expresarse que yo creo que se había perdido y eso también me parece bien que se controle”.

A falta de un examen único, la nueva PAU tendrá unos criterios objetivos de corrección y calificación que valorarán en las respuestas, la adecuación a lo solicitado en el enunciado, la coherencia, la cohesión y la corrección gramatical, léxica y ortográfica de los textos producidos además de su presentación.

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