La I+D como pilar de la recuperación económica

Celina Pérez, secretaria de Organización de CEAJE, explica en esta tribuna que los jóvenes empresarios deben crear futuro desde la innovación, la digitalización y la colaboración

Celina Pérez, secretaria de Organización CEAJE

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Recientemente conocíamos el Pacto por la Ciencia en el que más de 60 entidades firmantes representativas proponen incrementar la inversión pública necesaria tanto en ciencia como en innovación para alcanzar la media de inversión de la UE en I+D+i. La Comisión Europea ha marcado recientemente como meta para 2030 que los Estados Miembros inviertan el 3% del PIB en I+D+I y que la inversión pública represente el 1,25% del PIB.

El Ministerio ha propuesto tres acuerdos para los próximos años: asegurar la financiación pública para converger con la media de la inversión pública a la I+D+I en la Unión Europa, dotar de independencia y de los recursos suficientes a las agencias financiadoras de la I+D+I, y consolidar una carrera investigadora pública estable y promover una mayor incorporación de personal científico en las empresas

Pero la realidad en cuanto a la situación de la que parte España en I+D muestra la brecha con Europa: España invierte 332 euros por habitante, frente a los 683 de la UE. Nuestro vecinos portugueses han ampliado su ventaja, y Grecia y Polonia nos superan por primera vez.

En cuanto a la competitividad respecto en Europa se acrecentan las diferencias en países del Sur, especialmente España e Italia.

En España tenemos una gran oportunidad para revertir esta tendencia, con el incremento de las partidas dedicadas a I+D en los Presupuestos Generales del Estado para 2021 y con los nuevos fondos Next Generation del Plan de Recuperación de la UE.

La Comisión Europea apuesta por la Investigación y Desarrollo (I+D) como uno de los pilares destacados para sustentar la recuperación económica.

Pero debemos organizarnos, crear alianzas, colaboraciones, grandes proyectos que resuelvan el tamaño y la atomización de nuestras empresas. Crear redes eficientes que conecten las empresas y la ciencia. Crear ecosistemas de innovación e interconexiones público privadas.

Debemos enfocar y orientar las ayudas a la I+D, con mecanismos eficientes que eviten situaciones como la de 2019 en la que solo se ejecutó la mitad de lo presupuestado.

Los jóvenes empresarios no vamos a dejar pasar esta oportunidad de crear futuro y debemos hacerlo desde la innovación, la digitalización y la colaboración. Nunca hubo tantas posibilidades de transformar nuestro país y no podemos permitirnos desaprovecharlo.