El mundo digital de las empresas tras la pandemia

Fermín Albaladejo, presidente de CEAJE, explica en esta tribuna la necesidad de profundizar en la digitalización de las empresas

Fermín Albaladejo, presidente de CEAJE

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Resulta curioso ver cómo, en ocasiones, somos poco conscientes de los movimientos tectónicos que estamos viviendo como sociedad. Ocurre especialmente en el ámbito tecnológico. Necesitamos el paso de un tiempo prudencial para tener una mejor perspectiva porque no resulta tan sencillo ver que el mundo está cambiando y que nosotros somos parte de ese cambio.

Cuando dentro de unos años analicemos el avance digital de España y de Europa tendremos que marcar en rojo el 2020 como el punto de inflexión en la digitalización de todo nuestro tejido productivo.

Efectivamente, de la necesidad de profundizar en la digitalización de las empresas venimos hablando desde hace ya unos años. Evangelizando sobre los beneficios y las capacidades que otorga el mundo digital. Ese ha sido además uno de mis caballos de batalla desde la Confederación Nacional de Jóvenes Empresarios desde donde hemos impulsado una oficina de digitalización y un libro blanco para ayudar a las pymes en este proceso.

Pero la pandemia lo ha cambiado todo. Hemos pasado de la digitalización como opción a la digitalización como obligación. Hablar de digitalización antes era enseñar la vía hacia el futuro. Ahora, la digitalización es hablar de presente más inmediato de todas las empresas. No solo por las mejoras en todos los procesos sino, también, porque cuánto más grado de digitalización más capacidad para adaptarse a circunstancias difíciles. Y esa es una lección que se ha grabado a fuego en las pymes y en los que aspiran a crear su propio negocio. Sólo cabe emprender con un pie puesto en lo digital.

Para ahondar en este proceso de transformación, hay que señalar el impulso definitivo que van a dar las administraciones públicas. La digitalización siempre ha estado encima de la mesa con todo tipo de planes con mayor o menor fortuna. Pero ahora, los proyectos van acompañados de lo que lo hace realmente funcionar: presupuesto.

LOS FONDOS EUROPEOS

Y aquí, volvemos hablar del hito económico más importante para nuestro país y para toda Europa: los fondos europeos. Ese maná de transformación y modernización que aportará a España 140.000 millones de euros y que se apoyará de forma intensa en la digitalización. Esto se traduce en una inversión contante y sonante -si somos capaces de llevarla a cabo- 11.000 millones de euros para impulsar la digitalización de pymes y administración pública y reforzar las competencias digitales.

Esos son los tres planes clave en el marco de la Agenda España Digital 2025: el Plan de Digitalización de Pymes 2021-2025; el Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas; y el Plan Nacional de Competencias Digitales. Y todos ellos con una dotación económica antes impensable.

El Plan de Digitalización de Pymes 2021-2025 nace con un objetivo ambicioso: llegar hasta el millón y medio de pymes que supondría lo que representa la mitad de las pymes de España. Pero al mismo tiempo, el presupuesto también es ambicioso: 4.656 millones de euros para cinco líneas de trabajo: digitalización básica para las pymes, el apoyo a la gestión del cambio para promover la formación empresarial y de directivos en competencias digitales, el impulso a la innovación disruptiva y el emprendimiento, el apoyo a la digitalización sectorial, con especial incidencia en industria, turismo y comercio, y un eje de coordinación y eficiencias.

En relación a las competencias digitales, habrá una de 3.750 millones de euros para disminuir la brecha digital, elevar el número de especialistas en TIC y propiciar que las empresas cuenten con las competencias digitales necesarias.

Y, por último, 2.600 millones de euros para transformar la administración pública. Algo que oímos cada año pero que siempre se produce a un ritmo tan lento que acaba siempre obsoleto antes de empezar pero que es fundamental para facilitar la vida de las empresas y los ciudadanos.

Este es el escenario en el que nos encontramos. Atravesamos momentos de grandes dificultades y está siendo especialmente duro para las pymes y los autónomos. Pero hay un horizonte de transformación profunda que puede cambiar de forma definitiva nuestro tejido productivo.