Las claves del emprendimiento

Tenemos las mejores herramientas, pero nos olvidamos de lo más sencillo: salir a la calle a captar clientes

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

La teoría para ser feliz, para que nos vaya genial en los negocios nos la sabemos de memoria. Devoramos auténticos best seller de autoayuda, de cómo hacernos ricos, de emprendimiento, marketing, etc. Pero la verdad es que no aplicamos nada a la realidad, y eso es un problema.

Una llamada de esta semana, puro brainstorming telefónico con un amigo para desarrollar una idea de negocio conjunta, no pudo ser más auténtica y reveladora. Él en su área de negocio la cual domina perfectamente, y yo en la mía. Charlando nos dimos cuenta de que de las ideas no se vive. Se vive de ponerlas en práctica, de monetizarlas por el camino, subiendo peldaño a peldaño y aprendiendo. Y ojo, hablamos de dos personas que tenemos capacidad financiera para asumir el riesgo de apostar y perder dinero, siendo ambas empresas fuertes en nuestros respectivos mercados, y aun así nuestra posición fue tajante por parte de ambos. Debemos hacerlo de la siguiente manera:

Empezar con prueba y error, monetizando, con varias formas de comercialización y midiendo cuál va mejor, reinvertir ganancias en desarrollo, seguir probando, seguir midiendo y seguir corrigiendo hasta llegar a nuestro objetivo y visión final del proyecto, que, por supuesto es 100% digital, pero no a costa de todo. Hay que empezar vendiendo y luego gastando. Esto que parece tan simple es la tumba de casi todas las startups.

Y es que en el emprendimiento de hoy lo hacemos todo al revés, invertimos, desarrollamos, tenemos las mejores herramientas, pero nos olvidamos de lo más sencillo: salir a la calle a captar clientes, de preguntarles si esto es lo que ellos necesitan. Construimos la mejor casa posible, con todos los lujos, pero no tenemos a nadie que la compre, que la entienda, que la sienta suya. Por eso digo, que la teoría la tenemos, pero no la práctica.

Los negocios han cambiado, yo opero en uno de los sectores más tradicionales que puedan existir y trato de innovar cada día, pero invierto en innovación y digitalización un porcentaje de lo que genero.

Cuando hablo de emprendimiento en foros o ponencias, siempre lanzo la siguiente pregunta; ¿Quién cree que necesita mucho dinero para emprender? Siempre se levantan muchas manos, y continúo con mi realidad sabiendo que no es cierto, ya que yo siempre he emprendido con inversiones mínimas o cero. Eso sí, muchas horas de trabajo, muchas reuniones con posibles clientes, incluso antes de tener nada que vender, una planificación comercial estricta y muchas horas de calle, reinvirtiendo todo en las primeras etapas de cada empresa, y tratando de hacer siempre las cosas diferentes a la competencia.

Como todo lo que te he contado hasta ahora es que la realidad puede considerarse también pura teoría, también quiero contarte lo que yo haría si fuera a emprender de cero, indistintamente del sector, para que puedas ponerlo en práctica.

1. Desarrolla tu idea de negocio por escrito y ten ya la firmeza de que el plan va a cambiar. Mi frase estrella es: “lo más constante es el cambio”. Que el plan cambie te obliga a salir constantemente de tu zona de confort y eso es bueno para tu proyecto.

2. Cuéntale tu idea a todo el mundo, aunque solo sea una idea. Si se lo dices a la gente, te comprometes a tener que hacerlo, no me preguntes por qué, pero es así. Cuanta más gente más compromiso, y al final la gente te conoce, sabe lo que haces y pregunta por ti.

3. Sal a vender, no tiene ciencia. Mañana puedes ser mejor que Amazon, pero la gente no te va a venir a comprar. Haz una prospección de clientes (nunca a puerta fría) y sal a vender. No te pongas excusas, sal a la calle a vender. Si eres un médico que monta una consulta, sal a vender. Todo emprendedor es un comercial. Cuanto antes lo asumas mejor para tu negocio.

4. Ahorra, invierte y gasta. Todas son diferentes y todas son vitales. Si no ahorras viene una pandemia y estás fuera, si no inviertes te quedas obsoleto y no tienes futuro, y si no gastas no eres ni competitivo ni atractivo para tus clientes.

5. Trata de innovar constantemente, aunque sea haciendo pequeñas cosas. Ya vendrán las grandes. Pero empieza por las pequeñas y véndelas como grandes. No solo mires tu sector para innovar, también mira lo que hacen otros y trata de implementarlo en el tuyo (esto te da saltos de calidad). Analiza cómo se mueve la economía global y la tendencia en todos los sectores, eso junto a una mentalidad de cambio constante, te permitirá tomar la iniciativa e ir ganando terreno a la competencia, que es clave para crecer.

6. Trata de aportar valor siempre a las personas y construir un mundo mejor y diviértete. No hay más.