El éxito de Don Gabriel tras su primer restaurante en Vitoria
Hablamos con Rubén Toribio, fundador de Don G, que cuenta ya con 40 franquicias repartidas por toda la península ibérica
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El éxito de sus bocadillos y la forma en la que el cliente es protagonista han provocado un ascenso fulgurante en la trayectoria de Don G. Con origen en Vitoria, esta empresa familiar, creada y nombrada en homenaje al padre de nuestro entrevistado, Rubén Toribio, ha visto cómo las franquicias que llevan su nombre recorren ya toda la península ibérica. Actualmente cuenta con 40 establecimientos repartidos por toda España y el 80% de los franquiciados ya tiene, además, más de un local. Muy pronto, además, expandirá su imagen por otros países con su nueva marca: Burgritos.
¿Cómo, cuándo y por qué surgió Don G?
Nuestro primer restaurante fue el de Gamarra, en Vitoria. Ahí empezó la esencia de lo que es hoy y desde donde apostamos por la calidad, el tamaño, el buen precio y, sobre todo, el poder hacer las cosas a gusto del cliente. El éxito fue rotundo, pero la demanda para poder abastecer en sitios tan transitados y el volumen de trabajo tan grande en horas muy concentradas como son los centros comerciales hizo que tuviéramos que reorganizar el servicio para adaptarlo a la demanda, mecanizando los puestos de trabajo y cambiando el servicio tradicional en mesa por un autoservicio, pero con toda la esencia de sus inicios.
¿Cuál es el secreto de su éxito?
Sin duda apostamos por la calidad, el tamaño, el buen precio, con ingredientes de primera calidad, y, sobre todo, el hacer las cosas al gusto del cliente. Y, sin duda, y no menos importante, nuestro personal, nuestro pilar fundamental e imprescindible para transmitir al cliente la armonía de la compañía. No me cabe duda de que la atención que recibe el cliente es el reflejo de lo que es y de cómo se gestiona la empresa. Un empleado formado y motivado genera clientes fieles.
¿Cómo surgió la idea de franquiciar el negocio?
Queríamos hacerlo grande porque veíamos el gran potencial que tenía, pero el crecimiento con recursos propios es muy lento. En cambio, la fórmula de la franquicia, siempre que se haga bien, es un vehículo para hacer una expansión rápida. Elegimos a nuestro socio, Comess Group, con amplia experiencia en franquicias y multi marca, y el resultado ha sido óptimo.
¿Qué siente al saber que Don G cuenta ya con 40 franquicias repartidas por toda la península ibérica? ¿Da vértigo?
Vértigo no, mucho respeto y mucha satisfacción. También agradecimiento enorme de que personas inviertan en una marca creada por ti, jugándose su patrimonio. Es lo más parecido a tener muchos hijos. Una gran responsabilidad, pero, cuando veo mi marca en Sevilla, Oporto, Madrid, Badalona, Valladolid, Albacete, etc., me siento muy orgulloso del trabajo y el esfuerzo realizados. Es una sensación muy gratificante.
¿Cuáles son sus objetivos a corto, medio plazo?
Nuestro objetivo es continuar desarrollando y adaptando la marca, crecer a nivel nacional y, también, por qué no, llevar Don G a países cercanos como Francia e Italia en una primera fase y expandirnos por otros países de Europa. Don G es una marca muy joven, con mucho potencial, muy buena acogida a nivel nacional y con todo un futuro por delante.
¿Tiene en mente algún nuevo proyecto?
Ahora mismo, además de hacer funciones de asesor a varias empresas de restauración, hemos creado una nueva marca. Se llama Burgritos y es una fusión entre comida mexicana y americana. El primero ya está operativo en Vitoria, en la calle San Prudencio, junto al Don G, y, viendo la aceptación, ya tenemos en marcha tres nuevas aperturas, dos en Vitoria y una en Madrid.