Así se reparten las 50.000 viviendas de la SAREB y cuándo estarán disponibles: "Es difícil hablar de plazos"
COPE avanza cuáles son los siguientes pasos después de que el Consejo de Ministros apruebe la movilización y la situación en Alemania después de intervenir el mercado del alquiler
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Consejo de Ministros aprueba la movilización de hasta 50.000 viviendas de la SAREB, el conocido como 'banco malo' para alquiler asequible, además de comprometerse a que España tenga un 20% de vivienda pública. Madrid y Barcelona concentran solo el 20% de las viviendas que posee la SAREB, que se extienden fundamentalmente por el arco mediterráneo, Andalucía Oriental, Galicia y Castilla y León. De las 50.000 viviendas que se destinarán al alquiler social, 21.000 saldrán de la venta directa a las administraciones públicas, o sea, las comunidades autónomas.
Para que gestionen ese alquiler social, 14.000 de esos inmuebles ya están habitados, más del 60% por familias en situación de vulnerabilidad, y las 15.000 restantes se resultarán de la cesión de suelo a constructoras privadas que deberán pujar por esa edificación. ¿Cuándo esas 50.000 viviendas de alquiler social serán una realidad? "Es difícil hablar de plazos", nos reconocen fuentes de la SAREB, y es que después de la aprobación en el Consejo de Ministros habrá que ver el interés de las constructoras y cómo evoluciona la negociación con los gobiernos autonómicos.
COPE te ha explicado este lunes qué es esta institución. El organismo se creó en 2012 como una de las claves para que España pudiera recibir los fondos europeos para la recuperación económica tras la crisis de 2008. El propósito era sanear el sistema financiero español y que esta empresa fuese la que vendiera los activos que fueron traspasados por las entidades que recibieron ayudas públicas. Entre 2012 y 2013 Sareb recibió casi 200.000 inmuebles procedentes de nueve bancos por un valor de 50.781 millones de euros.
En Alemania
En Alemania, se intentó poner tope a los precios del alquiler, una medida que entró en vigor en febrero de 2020 y que posteriormente fue tumbada por los tribunales. Ahora se quiere apostar por los intercambios de pisos, una medida para permitir que las personas mayores puedan mudarse a una casa más pequeña sin pagar más alquiler. En el barrio de Kreuzberg de Berlín, una mujer se exhibe sentada en el escaparate de una galería junto a un par de maletas y un cartel busco piso. Es Johana, desesperada porque lleva años buscando como cuenta a COPE: "Rastreo internet y no nada, solo puedo gritar, llorar o quebrarme, porque el mercado no tiene nada para mí".
La situación ha empeorado desde que entró en vigor el tope a los precios del alquiler en 2020. Después fue tumbado por el Tribunal Constitucional, pero los propietarios ya no se fían y han sacado muchas viviendas del mercado. Las que quedan, a precios de infarto. Una habitación en piso compartido cuesta un promedio de 640 euros al mes. Los que llegan a Berlín lo tienen imposible y los que necesitan mudarse porque aumenta la familia porque necesitan casas apropiadas para ancianos recurren frecuentemente al intercambio de pisos.
Miles de estudiantes comienzan el semestre compartiendo habitación con desconocidos para poder pagar. Y aunque puedas pagar, tampoco es fácil superar el casting, tal y como revelan a COPE: "La cola da la vuelta a la esquina, no tiene final y es una basura, no entraremos nunca en ese piso; creo que los propietarios están asustados y ponen muchos peros, se quieren asegurar de todo y ese es el motivo".
Las consecuencias
Leandro Escobar, experto inmobiliario y profesor de Economía en ICADE, analizó en La Linterna de COPE esta medida: "Una de las soluciones que está proponiendo el Gobierno, y que está por ver la eficiencia que puede llegar a tener y si no va a conseguir el efecto contrario, es la adquisición de vivienda pública en España. No hemos tenido grandes bolsas de vivienda pública en las últimas décadas, pero Sánchez dijo que quería elevar el 3% que hay a un 20%. Puede que esto tenga alguna ventaja, pero la verdad es que yo solo le veo desventajas".
Antes, Fernando Trías de Bes, profesor de economía de bolsillo de La Tarde, explicó el truco que hay detrás del uso como alquiler social de los pisos de la SAREB. Hay muchas comunidades porque no pueden gestionar todos los pisos. Y el producto bueno ya se vendió y "nadie lo quiere". "Que se olvide que va a encontrar una vivienda en una zona buena y ni siquiera en extrarradios", apunta, y que "esto es difícil de llevar a la práctica". "Hay muchísimas cosas que faltan por saber", cuenta Trías de Bes. "Si una familia deja de pagar", la cuestión es qué va a hacer el Gobierno, que es parcialmente propietario de la SAREB, "¿va a desahuciar a una familia?", se pregunta el economista.