Ni la demostración de fuerza de la Reserva Federal consigue calmar a la Bolsa

Ha sido un día de enorme volatilidad en las Bolsas de medio mundo. Los altibajos han sido constantes.  Los inversores, ante la creciente incertidumbre, prefieren esperar en liquidez hasta que mejore la situación sanitaria y hasta que pueda hacerse un balance de los daños económicos. Nadie se atreve a poner dinero en el mercado, a pesar de que la Bolsa ofrece precios de saldo tras caer cerca de un 40 por ciento en cinco semanas. Hoy no ha tranquilizado al mercado ni siquiera la demostración de poderío que ha realizado la Reserva Federal de Estados Unidos. El banco central estadounidense ha dado un puñetazo en la mesa y ha anunciado que comprará activos de forma ilimitada para reducir el impacto del coronavirus sobre la economía al mínimo posible. Hace pocos días hablaba de 700.000 millones de dólares. Ahora ya no hay techo. Además, ha dicho que no tiene límite de tiempo para estas medidas y que hará lo que sea necesario para apoyar a las empresas, a los hogares y a la economía en general. En un visto y no visto la Reserva ha rebajado el precio del dinero al cero por ciento y ha puesto toda la carne en el asador.

Pero resulta que eso no es suficiente para calmar a los mercados. La Bolsa de Nueva York pierde a media tarde más de un 2 por ciento. El presidente Trump no acaba de encontrar la fórmula para movilizar, como desea, hasta dos billones de dólares en estímulos económicos. El inquilino de la Casa Blanca quiere lanzar toda su artillería para frenar las consecuencias de la pandemia, pero, de momento, los desencuentros entre Demócratas y Republicanos en el Congreso estadounidense se lo están poniendo difícil. Y los mercados se resienten.

Los inversores han puesto muy mala cara ante los indicadores de confianza del consumidor que se han publicado en la zona euro. Los datos de marzo muestran una contracción de 11,6 puntos, frente a la lectura anterior de menos 6,6. 

La Unión Europea ha dejado en suspenso el Pacto de Estabilidad, lo que permite a los gobiernos aumentar el gasto público para hacer frente al impacto sanitario y económico del coronavirus.   Hasta Alemania, siempre defensora a ultranza de la ortodoxia monetaria y financiera, estudia abandonar el “mantra” del déficit cero y prepara una inyección de 350.000 millones de euros para defender su economía.  Dentro de casa, la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha constatado que la actividad se ha ralentizado significativamente en os últimos días.  Y los inversores se han dejado llevar por el pesimismo.

El índice Ibex 35 ha perdido hoy un 3,3 por ciento, hasta 6.230 puntos. Se ha movido entre 6.150 y 6.470. Todos los valores han vuelto a sufrir de lo lindo. Las acciones de IAG se han dejado otro 8 por ciento hasta 2,18 euros. Hace dos meses cotizaban por encima de 8 euros por título. Los mercados están preocupados ante una posible nacionalización de British Airways en el Reino Unido, lo que llevaría a la ruptura de su coalición con Iberia y a la consiguiente desintegración de IAG. También ha sufrido AENA, que ha perdido todo un 19 por ciento. Acumula ya una caída del 38 por ciento en dos meses y medio.

Ha bajado también la central de reserva Amadeus, que ha anunciado que suspende el dividendo. Han subido pocos valores, entre ellos Cie Automotive, ACS, Meliá Hoteles, Repsol y los bancos Sabadell y Santander.

En las últimas cinco semanas la Bolsa acumula ya una caída próxima al 40  por ciento. Los mercados reaccionarán cuando lleguen noticias sobre avances en los estudios sobre el tratamiento del coronavirus y cuando empiece a declinar el número de contagios. Los analistas del Bank of America consideran que los mercados están a punto de ofrecer una ocasión única para comprar Bolsa europea.  Consideran que el potencial de revalorización alcanza hasta el 40 por ciento. En cuanto mejore la situación sanitaria comenzarán a mejorar los indicadores económicos y, con ellos, comenzarán a recuperarse las Bolsas. Pero de momento nadie pone ni un duro encima de la mesa.

En los demás mercados, baja el petróleo. Se deprecia más de un 5 por ciento. Menos de 26 dólares por barril. Baja el euro. Se cambia por poco más de 1,07 dólares y se recupera tímidamente el precio del oro. Se paga esta tarde a 1.545 dólares por onza. La prima de riesgo de España aumenta hasta 115 puntos, con el rendimiento de las obligaciones de referencia a diez años en el 0,76 por ciento. A ese mismo plazo el “bund” alemán rinde un menos 0,39 por ciento y el bono de Estados Unidos, un 0,73 por ciento. El mercado está muy pendiente del Europgrupo que intentará mañana consensuar medidas que impulsen la recuperación. Los mercados esperan que Europa ponga en marcha los eurobonos, -ahora llamados también coronabonos-, que supondrían mutualizar las emisiones de deuda y  abaratar los costes financieros de los países periféricos europeos.