Un experto en RRHH avisa sobre lo que nunca debes decir en una entrevista de trabajo: "Tienes que dejar..."

En un proceso de selección de personal, la entrevista de trabajo es una pieza fundamental.  Es la  oportunidad definitiva para que ambas partes se vean las caras y  comprueben si se necesitan. 

En ella el candidato pone en valor las habilidades y experiencia de la que presumía en su curriculum, mientras que el empleador le expone los requisitos para ese puesto de trabajo o las expectativas que hay puestas en él. 

centra el tiro

Acudir preparados es el primer paso para salir airoso de una entrevista laboral. Para ello es crucial investigar a la empresa y el sector en el que se desenvuelve. 

En segundo lugar, cuando ya estemos cara a cara con el entrevistador, evitemos divagar en las respuestas. Es probable que tenga a más candidatos esperando y que el tiempo no le sobre, así que lo mejor es que centremos el tiro  a la hora de responder tratando eso sí de reforzar nuestras respuestas con ejemplos  claros de nuestra trayectoria profesional.

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Es importante también informarse de las preguntas más recurrentes. No es difícil conocerlas de antemano porque internet recoge muchas de ellas. Cuáles son tus fortalezas y debilidades, por qué quieres trabajar allí o la razón para contratarte... son algunos ejemplos. 

el sueldo soñado

Y sobre todo una pregunta frecuente que puede ser un arma de doble filo: cuáles son tus expectativas salariales. Y es que si no vamos con la respuesta un poco pensada, podemos no saber qué contestar o dar una respuesta que quizás nos cierre la puerta a ese empleo.

En este sentido el experto en asesoría laboral, @carlosescontratado despeja en su cuenta de Instagram cómo debemos reaccionar a esta espinosa pregunta. 

Nunca les digas cuánto quieres ganar deja que ellos te digan cuánto pagan

@carlosescontratado

Instagram

"Nunca les digas cuánto quieres ganar, deja que ellos te digan cuánto pagan", deja claro.  "La próxima vez que el entrevistador te pregunte cuáles son tus expectativas salariales tienes que dejar que ellos te digan primero cuál es el presupuesto aprobado para esa posición".

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Así que cuando te hagan esa pregunta, recomienda decir algo tipo: 'el salario ahora mismo no es lo más importante para mí' o 'estoy buscando un sitio en el que pueda crecer y seguir aprendiendo'. 

Y después ya decimos que nos "gustaría saber cuál es el sueldo aprobado para este puesto". 

No obstante advierte que para que este guion funcione debemos "haber ido a la entrevista habiendo hecho una investigación de mercado y sabiendo exactamente más o menos cuánto estaría una empresa como esa dispuesta a pagar por esa posición en tu ciudad". 

lenguaje corporal

Por lo general antes de dar por concluida la entrevista te pueden dar la oportunidad de hacer alguna  pregunta. Debes mostrar interés llevando alguna preparada en la recámara. 

Atento también al lenguaje corporal. Adopta una postura con la que te sientas bien y que demuestre que tienes confianza. Y no gesticules demasiado da imagen de inseguridad. Eso sí, sonríe, desprenderás positividad y hará que el ambiente sea mucho más agradable.

Elige  también un traje  adecuado al trabajo al que estás postulándote y pasado uno o dos días no está de más que  envíes un mail dando las gracias por el interés que han demostrado en tí. 

que no te pregunten esto: límites legales

Ten en cuenta de que en ocasiones las cuestiones planteadas a lo largo de una entrevista pueden sobrepasar algunos límites legales.

Cuestiones del tipo ¿tienes hijos? o ¿cuántos años tienes? son solo dos ejemplos de preguntas que los reclutadores no deberían realizar bajo el amparo del artículo 14 de la Constitución Española, salvo que la respuesta sea trascendente de cara al puesto de trabajo.