Falta a su trabajo en Zara y la excusa que usa le sigue afectando años después: "Cómo se me ocurre"
El primer trabajo es un momento clave en nuestra vida tanto en el crecimiento profesional como personal pero la inexperiencia puede también pasarnos factura
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¿Quién no recuerda ese primer empleo o la primera vez que vimos ingresada una nómina? Lo cierto es que el primer trabajo es un momento clave en nuestra vida tanto en lo que se refiere al crecimiento profesional como en lo que afecta al plano más personal.
Sin experiencia, entramos en un mercado laboral que tendremos que gestionar solo con nuestro bagaje académico, esfuerzo, sentido común y buena voluntad.
Si bien el salario en estos primeros empleos puede no ser memorable, sí que es verdad que esta oportunidad nos aporta una experiencia y unos conocimientos necesarios para dar el salto a futuros y mejores retos profesionales.
Pero de estas primeras experiencias no siempre se guarda un buen recuerdo porque precisamente la falta de experiencia, de recursos y por qué no, de malicia, nos puede jugar malas pasadas.
Esto es precisamente lo que le ha sucedido a la influencer y consejera de negocios, Arleen Palencia que en su popular cuenta de TikTok @arleenpalencia relata su experiencia en uno de sus primeros empleos.
Entonces contaba con tan solo 18 años y según cuenta, hizo algo "estúpido", si bien desde entonces, ha "madurado" y por tanto "no le ha vuelto a pasar".
Todo sucedió a cuenta de un trabajo que "necesitaba demasiado" en Zara. "Estaba en la Universidad y necesitaba dinero para mantener la carrera y para comer".
¿Cómo se me ocurre a mí perderme esta experiencia?
Pero como era de esperar, con esa edad, su vida social era intensa. Sus amigos del colegio organizaron un viaje a la playa, algo que en su mente "adolescente" no entraba rechazar. "¿Cómo se me ocurre a mí perderme esta experiencia, puede ser que no tenga más esta oportunidad en la vida, hay que vivir", se justificaba entonces la coach empresarial que cuenta con más de un millón y medio de seguidores.
Reconoce que en ese momento se sentía "cansada" por las muchas "responsabilidades" que tenía. A eso sumaba "la presión social" de pensar que el resto de sus compañeros "no tenían que trabajar".
Así que tomó la "brillante" decisión de faltar a trabajo para irse a la playa pero, y ahí está el problema, "sin avisar". "A mí me ha tocado dirigir equipos y cuando llega alguien que es adolescente con una estupidez como esa, yo digo que hay que enseñarlas a pensar".
momento vergonzoso
La cosa es que al día siguiente a Palencia le preguntaron por la razón de su ausencia y en ese momento sin "malicia" alguna respondió sinceramente y dijo si más que se había ido a la playa. "No lo puedo ni decir, fue un momento vergonzoso, cómo se te ocurre".
Con los ojos de treinteañera que tiene ahora lamenta su respuesta. Piensa que debería haber armados al menos una mejor respuesta.
La experiencia no terminó bien. "Ustedes conocen el final de la historia ¿no? Porque si a ti te dicen que faltaron al trabajo, a su responsabilidad por ir a la playa... Fue mi primer gran despecho laboral", lamenta.
Lo cierto es que este tipo de reacciones en el trabajo, pese a no ser las más indicadas, no son tan infrecuentes. Así lo demuestran los comentarios a su publicación. Algunos como Kerli, lo relativizan y aseguran que "forma parte de la experiencia laboral". En su caso "fue peor, porque siendo pasante de una empresa me dio un ataque de ira".
Otro de sus seguidores reconoce haberse ausentado de su empleo un día por "haberse peleado con un novio".
Miguel, en otro de los comentarios recuerda que se fue también de viaje una semana "escapado del trabajo". Después, relata nada "volvió a ser igual y mi jefe me odiaba, así que tocó renunciar".
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