Un hombre recibe una oferta de trabajo por WhatsApp y alucina con lo que le exigen: "Sin previo aviso"

Las estafas por internet se reinventan cada día para mejorar su eficacia y sobreponerse a las advertencias que circulan sobre ellas. Lo cierto es que las consecuencias no son solo para el bolsillo, también están las secuelas emocionales que pueden llegar a dejar muy tocadas a las víctimas.

Estos estafadores digitales usan métodos de lo más pensado y muchas veces de lo más sencillo para sacarnos información sensible como nuestras contraseñas, datos financieros, información personal o el número de nuestra tarjeta de crédito.

Hay estafas amorosas, en la que los delincuentes se crean perfiles falsos para establecer falsas relaciones que luego les permitan pedirles dinero bajo pretextos de lo más peregrino. También otras en las que se informa a las víctimas de que han ganado un premio pero solicitan un pago por adelantado para poder reclamarlo. Es decir, dinero perdido, y a veces mucho.

Uno de estos casos lo conocíamos de la mano del Incibe, el Instituto Nacional de Ciberseguridad, cuando un usuario de "mediana edad" les llamó para consultar una duda sobre una oferta de empleo que había recibido.

Descolgó el teléfono y llamó al 017 porque tenía la duda de si estaba siendo víctima de un fraude por un "un supuesto empleo muy sencillo y con mucha rentabilidad" en el que por cierto ya había participado.

Reclutador de Youtube

Según su relato, el hombre había recibido un mensaje por WhatsApp de un número desconocido, en el que se presentaba como un "reclutador responsable de YouTube" que se encontraba en un proceso de selección de personal para trabajar.

Este trabajo lo tenía todo: Era "muy sencillo" y además estaba muy bien pagado.

Y, ¿en qué consistía? Según explica este organismo se trataba simplemente en dar 'likes' o 'me gusta' a determinados vídeos que aparecían en la plataforma. Nada más... de momento...

Era una forma de ganar dinero sin apenas esfuerzo y que además a priori podía permitir compaginar con cualquier otro trabajo.

Es por ello que este usuario no se lo pensara dos veces y decidiera dar su consentimiento para que le explicaran la forma de ponerse manos a la obra.

El siguiente paso fue añadirle a un grupo de Telegram donde le detallaron cómo tenía que desempeñar este trabajo.

Bastaba inicialmente con "invertir una pequeña cantidad de dinero y con ello acceder a su primera tarea donde debía dar “likes” a varias publicaciones",

Acto seguido le ingresarían el monto del dinero invertido y de las ganancias.

Hasta ahí todo bien porque tal cual se lo vendieron, así sucedió. Es por ello que dado el resultado tan satisfactorio, "volvió a solicitar una nueva tarea".

Pero la cifra del dinero a invertir iba in crecendo. Ahora la cantidad que debía aportar era mayor. Pero también le dijeron que a más inversión, más ganancias.

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Una tarea 'extra'

Al finalizar el nuevo trabajo "le dijeron que tenía que invertir más dinero y hacer alguna tarea más extra".

Es en este punto cuando algo le empezó a oler mal. Las condiciones habían cambiado, "sin previo aviso", pese a lo cual "accedió nuevamente a realizar lo que le pedían".

Además cada vez tenía que asumir "más tareas".

Cada vez le parecía más extraño y se empezó a oler que podía estar siendo víctima de un posible fraude. Fue entonces cuando contactó con el Instituto de Ciberseguridad que le confirmó que había sido objeto de una falsa oferta de empleo que no buscaba otra cosa que robarle dinero.

¿Qué hacer?

Parece que en los últimos tiempos esta estafa está cobrando protagonismo. Se trata de falsas ofertas de empleo que "suelen llegar vía WhatsApp, aunque también pueden llegar a través de Telegram o en mensajes privados de redes sociales, como Instagram o Facebook".

¿Y qué hacer si recibimos una propuesta similar? El Incibe explica los pasos a seguir:

.- Reportar en WhatsApp, -o Telegram- al usuario que ofreció esa oferta de empleo.

.- Avisar a nuestro banco para que tomen las medidas de seguridad oportunas sabiendo que claro, hemos dado nuestro número de cuenta a unos estafadores. Se puede incluso cancelar la tarjeta de crédito, si le hemos dado esa información.

.- Recopilar conversaciones, capturas de pantalla, etc.

.- Denunciar ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

.- Ir a nuestro banco con una copia de la denuncia para intentar recuperar su dinero y si no lo conseguimos, presentar una reclamación para recuperarlo a través del Banco de España.

.- Hacer egosurfing, para tratar de localizar información sobre nosotros que pudiera estar utilizándose sin nuestro consentimiento.

.- Ejercer el derecho al olvido en el buscador en la que la había localizado.

.- Contactar con la plataforma o sitio web donde había detectado la publicación, para solicitar su eliminación.

.- Ejercer los derechos Arsopol solicitando la retirada de la información en este sitio web.

.- Y si fuera necesario, denunciar ante la Agencia Española de Protección de Datos.

Y es que siempre debemos de estar atentos y jamás dar datos sensibles a desconocidos porque las consecuencias se pueden descontrolar y ponernos en una situación delicada.

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