Los inversores, con un ojo en Grecia y el otro en Turquía, siguen pendientes de los bancos centrales

La semana comienza con signo negativo en la Bolsa. Ya el viernes los inversores  pusieron mala cara a pesar de que se publicó un buen indicador económico, como es una fuerte creación de empleo en EEUU. Sin embargo, los mercados han preferido ver la botella medio vacía, ya que se reducen las probabilidades de que la Reserva Federal  reduzca agresivamente el precio del dinero. De todas formas no se descarta que el banco central estadounidense recorte sus tipos de interés bien ahora a finales de mes (FOMC el día 31) o bien en septiembre. Esta semana el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, comparecerá ante el Congreso y el Senado. Los mercados le escucharán con atención. 

Así que los analistas y los inversores vuelven de nuevo sus ojos a las cifras macroeconómicas, en busca de pistas sobre posibles movimientos de los grandes bancos centrales. El BCE tiene previsto consejo del día 25. El índice de confianza del inversor en la zona euro ha mostrado hoy su peor lectura de los últimos siete años y medio. No es  buena señal. Este indicador se ha situado en menos 5,8 puntos, cuando se espera una ligera mejora. Han empeorado las expectativas y las condiciones actuales. 

Algo mejor ha sido el dato de producción industrial de Alemania. Ha conseguido un ligero repunte. Muy modesto eso sí. Pero algo es algo. Por su parte, la balanza comercial alemana ha mostrado un superávit de 18.700 millones de euros. Han crecido las exportaciones, pero se han reducido las importaciones. 

El índice Ibex 35 ha bajado un 0,5 por ciento hasta 9.284 puntos.  Han vuelto a sufrir las empresas gasistas, en especial Enagás, ante la regulación más desfavorable que va a afectar al sector. Las acciones de Enagás han perdido hoy un 5 por ciento y acumulan ya una caída del 12 por ciento en lo que va de mes. Se colocan por debajo de 20 euros, cuando cotizaban a 26 hace apenas cuatro meses. 

Ha bajado BBVA, lastrado, entre otras cosas, por la debilidad de la lira tura, que ha caído por la destitución del presidente del banco central del país. Se cambia a  5,8 liras por dólar. BBVA tiene grandes intereses en Turquía, donde controla el Garanti Bank. 

En negativo también la aerolínea hispano británica IAG, que ha recibido una sanción por la sustracción de datos de clientes. Mañana dejará de cotizar Telepizza en Bolsa, tras el éxito de la oferta de compra del fondo KKR, que controla un 81 por ciento de la compañía.

La Bolsa de Atenas ha cerrado suavemente a la baja. Los inversores que habían comprado con la posibilidad de un vuelco electoral en Grecia, han vendido tras confirmarse el giro en redondo que ha dado la política griega.  La Bolsa ateniense había subido en las últimas semanas hasta alcanzar máximos de cinco años. Había cotizado por anticipado ese cambio de rumo. De hecho, la Bolsa de Atenas se ha revalorizado en lo que va de año cerca de un 50 por ciento, lo que la convierte en la más alcista del mundo. Por su parte, el Tesoro griego se financia a diez años a poco más del 2 por ciento, no mucho más caro que Italia, que lo hace al 1,75.  La prima de riesgo de Grecia se ha reducido sustancialmente en los últimos años. Hoy se mueve en 250 puntos, frente a los 215 de Italia. Las comparaciones son odiosas, pero no deja de ser un dato. La rentabilidad de la deuda española a ese plazo se sitúa hoy en el mercado secundario en el 0,43 por ciento. Muy lejos de los mínimos históricos del 0,20 por ciento que marcó la semana pasada. Se ha doblado en pocos días. 

En los demás mercados, el oro baja de los 1.400 dólares, el euro se cambia por algo más de 1,12 dólares y el petróleo ha subido, se paga a 64,5 dólares por barril, pero no se ha disparado, a pesar de que se ha incrementado la tensión entre Irán y Estados Unidos. Aumenta el desafío nuclear de Teherán, pero hoy no ha tenido una repercusión demasiado  reseñable en el mercado petrolero.