Los grandes retos de Escolano al frente de Economía
Consolidar la recuperación económica y reducir la deuda serán las claves de su etapa como ministro
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Al final Rajoy ha optado por un perfil técnico y con experiencia en Europa para sustituir a Luis de Guindos al frente del ministerio de Economía, Industria y Competitividad. El elegido es Román Escolano (Zaragoza, 1965), hasta ahora vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones. Fue asesor de Aznar entre 2000 y 2004, trabajó en BBVA durante la etapa Zapatero y Rajoy lo repescó cuando llegó a Moncloa para dirigir el ICO, el Instituto de Crédito Oficial. Por delante tiene retos importantes.
1.- Consolidar la recuperación económica. Escolano llega al ministerio con un PIB en clara recuperación a pesar de la crisis catalana. La economía creció en 2017 un 3,1%. Fue el tercer año consecutivo con alzas de actividad superiores al 3%. En los próximos días Escolano tendrá que dar el visto bueno al cuadro macroeconómico que acompañará a los Presupuestos Generales del Estado para 2018 que el consejo de ministros aprobará el día 23. Su antecesor Luis de Guindos ya anunció que se mejoraría la previsión de crecimiento para este ejercicio, por encima del 2,5%.
2.- Reducir la deuda. Escolano deberá centrarse en controlar el nivel de deuda pública, que el año pasado cumplió el objetivo anual del 98,1% del PIB, pero volvió a marcar un nuevo récord histórico en términos absolutos, al aumentar en 5.879 millones, hasta 1,144 billones de euros. Es una de las grandes debilidades de la economía española, como acaba de avisar Bruselas. No obstante, los costes de financiación de esa deuda se mantienen por el momento en niveles históricamente bajos y los inversores siguen mostrando su confianza sobre la deuda en las distintas subastas del Tesoro, que este año realizará una emisión neta de 40.000 millones de euros, 5.000 millones menos que el año pasado, y emitirá 220.145 millones brutos, un 5,9% menos.
3.- Afrontar los cambios en la política monetaria. A nadie se le escapa que en la buena marcha de la economía española han tenido mucho que ver los llamados “vientos de cola”, entre ellos la política monetaria del Banco Central Europeo. El problema es que los bajos tipos de interés y el programa de compra de deuda que ha impulsado Mario Draghi tiene ya fecha de caducidad. Sin duda la llegada de Luis de Guindos, buen amigo de Escolano, a la vicepresidencia del BCE puede ayudar a miniminizar los efectos de este giro para España.
4.- Culminar la privatización de Bankia. El FROB mantiene todavía el 60% de la entidad financiera. Su presidente José Ignacio Goirigolzarri apremió durante la presentación del plan estratégico a que se siguieran vendiendo paquetes de acciones. La fecha límite para que el Estado deje de participar en el capital de la entidad financiera es el 31 de diciembre de 2019. Entre tanto, el Gobierno seguirá devolviendo fondos del rescate de 41.300 millones de euros desembolsados por el MEDE entre diciembre de 2012 y febrero de 2013. La deuda pendiente actual es de 26.700 millones.
5.- El relevo en el Banco de España. La actual cúpula termina mandato termina mandato. El nombramiento del futuro gobernador corresponde en exclusiva al Gobierno, que no tiene la obligación de consensuar el nombre con el resto de partidos de la oposición. La opinión del ministro de Economía es clave. Como sustituto de Linde suenan Fernando Bécker y la que fue secretaria general del Tesoro, Rosa María Sánchez-Yebra.
6.- Impulso a la Industria y a la I+D. Se ha criticado que Luis de Guindos no se haya ocupado de ellas desde que asumiera estas competencias. En el caso de la industria ha quedado sobre la mesa el plan estratégico de impulso al sector que se está consensuando con empresarios, sindicatos y expertos. Recoge por ejemplo la eliminación de más de un centenar de barreras que impiden el crecimiento empresarial. La idea es que haya menos pymes y más medianas empresas para aumentar su competitividad. Sobre la innovación, Escolano tendrá que poner la carne en el asador para que España no pierda el tren. Deberá fomentar la I+D y un pacto por la Ciencia.
7.- Unidad de mercado. Sigue siendo una tarea pendiente. Es otra reclamación de Bruselas en la que España no ha podido ir tan lejos como el Gobierno hubiera deseado. Se aprobó una ley en 2013 pero quedó rebajada después de que el Tribunal Constitucional tumbara varios de los preceptos básicos, como la validez de las decisiones del Estado sobre todo el territorio nacional o el establecimiento de una licencia única.
8.- La reforma de los organismos reguladores y la liberalización de los servicios profesionales. La idea es dividir en varios organismos la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. En cuanto a la Ley de Servicios Profesional el ministerio diseñó en su día un anteproyecto para reducir el número de colegios, suprimiendo las barreras de acceso a algunas profesiones y favoreciendo la competencia. La fuerte presión de los colectivos provocó que en 2015 se retirara el borrado pese a la insistencia de la UE