Los inversores contienen el aliento a la espera de noticias sobre el Brexit y las negociaciones comerciales
El Ibex 35 defiende las fuertes subidas con las que cerró ayer
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Los inversores seguramente van a celebrar con vítores y fuegos artificiales todo lo que suponga algún tipo de avance en las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos. Pero de momento toca esperar y ver. Hoy se reúnen en la Casa Blanca el presidente de EEUU, Donald Trump, y el viceprimer ministro chino, Liu He. Si nadie se levanta de la mesa, si no se rompe la cuerda, los mercados se relajarán. Parece que, como poco, puede alcanzarse un acuerdo de “no agresión” en el mercado de divisas. Tanto China como Estados Unidos prefieren tener una moneda relativamente débil para facilitar sus exportaciones. Si hay un acuerdo entre las dos mayores potencias económicas del mundo, aunque sea de mínimos, podría retrasarse o incluso eliminarse la entrada en vigor de los nuevos aranceles a productos chinos por 250.000 millones de dólares. Se espera que Washington suspenda la subida de aranceles y se espera que Pequín aumente la compra de productos agrícolas estadounidenses.
De momento, las bolsas asiáticas se han movido hoy con fuertes ganancias. La Bolsa de Tokio ha subido un 1 por ciento, mientras la de Hong Kong se ha disparado un 2,4 por ciento. Dentro de casa, el índice Ibex 35 defiende las fuertes subidas con las que cerró ayer. Suma un 0,2 por ciento tras las primeras operaciones del día, hasta 9.120 puntos. A falta del cierre de hoy, la Bolsa acumula una revalorización próxima al 2 por ciento en esta semana.
Hay otro factor que impulsa a las Bolsas y es que el Reino Unido e Irlanda consideran que hay algunas probabilidades de acuerdo que permita evitar un Brexit caótico. Ayer los primeros ministros de ambos países dejaron claro que el acuerdo es posible. Otra cosa es que consigan cerrarlo con éxito. Además, los rumores de mercado apuntan la posibilidad de que la Unión Europea realice un gesto de buena voluntad para facilitar las negociaciones con el Reino Unido. Se dice que Bruselas podría establecer un mecanismo para solucionar el problema de la frontera de Irlanda. El Parlamento británico podría reunirse el día 19 para realizar un último esfuerzo para evitar un divorcio sin acuerdo. Hoy el euro repunta, supera el cambio de 1,10 dólares, mientras la libra esterlina se dispara. Ha pasado en pocas horas de 1,22 a más de 1,2450 dólares.
El petróleo sube con fuerza. Supera los 60 dólares por barril. Refleja la posibilidad de que mejore y se reactive la economía mundial tras el acercamiento comercial entre las dos mayores potencias del mundo. Además, según Irán, uno de sus petroleros ha recibido el impacto de dos misiles lo que contribuye a tensar más los precios. No afloja la tensión geopolítica en la zona.
En el mercado de deuda, la rentabilidad de los bonos de EEUU aumenta hasta el 1,67 por ciento. A este lado del Atlántico, hoy la rentabilidad de los bonos portugueses a diez años se ha situado por debajo de los títulos españoles equivalentes. La prima de riesgo de Portugal se reduce a 67 puntos, mientras la española roza los 70. La economía del país vecino viene pisando fuerte. Es un dato. Además, destaca el Tesoro de Grecia, que en las últimas horas ha colocado títulos con rentabilidades negativas por primera vez en su historia. La cantidad no ha sido demasiado relevante (500 millones de euro a tres meses), pero sí lo es el hecho de que después de muchos años de profunda crisis y de bordear el caos, la economía griega comience a recuperar la normalidad.
Al margen del Brexit y de la guerra comercial, los inversores no olvidan que se acerca una nueva temporada de presentación de resultados empresariales. Ya comienzan a barajarse algunas estimaciones. Los analistas del Bank of America Merill Lynch pronostican una caída en los beneficios de las empresas estadounidenses al cierre del tercer trimestre, pero no esperan una contracción tan acusada como han barajado algunas fuentes recientemente. Bank of America estima una reducción del 2 por ciento en las ganancias empresariales trimestrales, que es menos que el consenso del mercado. Considera que las grandes empresas mostrarán mejores cifras que las más pequeñas.