Los inversores se lamen sus heridas después de varias sesiones muy complicadas
El índice Ibex 35 comienza el día con una tímida ganancia del 0,4 por ciento, hasta 9.150 puntos
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El presidente Trump se ha encargado de aliviar la tensión que él mismo había provocado. En el tira y afloja en que se ha convertido la turbulenta relación entre las dos mayores potencias económicas del mundo, hoy toca “el afloja”. El inquilino de la Casa Blanca ha asegurado que el conflicto con Huawei puede resolverse dentro de un acuerdo comercial amplio con China. Incluso ha señalado que espera un rápido acuerdo con Pequín. Lo que parece claro es que la guerra arancelaria no beneficia a nadie. Reduce el comercio mundial, debilita el crecimiento económico y afecta cada vez a un mayor número de empresas.
La Reserva Federal de Nueva York estima el coste para EEUU de las subidas de aranceles entre Washington y Pequín en más de 100.000 millones de dólares al año. También el Fondo Monetario ha advertido sobre el gran coste de esta guerra comercial para la economía y los consumidores estadounidenses. Por su parte, el BCE ha dejado claros sus temores sobre el enfriamiento de la actividad. Los datos avalan estas impresiones. La economía se erosiona más deprisa de lo que se esperaba, por lo que la autoridad monetaria deja abierta la puerta a tomar medidas de estímulo en el mes de junio. Los mercados esperan que el BCE conceda multimillonarios créditos a largo plazo y en buenas condiciones a las entidades financieras. El próximo consejo del BCE está previsto para el 6 de junio.
Con estas referencias, el índice Ibex 35 comienza el día con una tímida ganancia del 0,4 por ciento, hasta 9.150 puntos. En el conjunto de la semana la Bolsa ha perdido más un 1 y medio por ciento y acumula una caída próxima al 5 por ciento en lo que va de mes. Se recuperan las empresas acereras, también Repsol, Inditex y Telefónica. Sube ligeramente Iberdrola, que ha redoblado su apuesta por Brasil, con una inversión prevista de 6.500 millones de euros en cinco años.
Y reaccionan los bancos. Los expertos de Morgan Stanley y los de Credit Suisse cifran entre 3.150 y 3.420 millones de euros el impacto de la desfavorable sentencia europea sobre el índice de referencia de los préstamos hipotecarios, el IRPH. Es la cantidad que a la que deberían hacer frente las entidades españolas por no haber referenciado sus hipotecas al euribor en lugar del IRPH. Como media el euribor se ha situado un punto porcentual por debajo. Los bancos más perjudicados serían Caixabank, Santander y BBVA.
Por su parte, los analistas de Goldman Sachs estiman que el beneficio conjunto de los mayores bancos españoles rozará este año los 17.500 millones de euros. Mejora sus previsiones para BBVA y Santander, que pueden ganar este año 5.150 y 9.250 millones de euros, respectivamente. Goldman aconseja comprar acciones de Santander y de Unicaja. Sin salir del sector, la mora de los bancos se ha reducido ligeramente hasta el 5,72 por ciento. La tasa morosidad alcanzó el 13,6 por ciento a finales del año 2013.
El dinero que abandona la Bolsa busca de refugio en deuda pública, lo que hace subir el precio de estos activos y bajar su rentabilidad. El auge de los populismos euroescépticos puede debilitar la cotización del euro, puede complicar las cosas un poco más en los mercados de acciones, de divisas y de bonos. Los expertos del banco de negocios Goldman Sachs pronostican que de las urnas saldrá este domingo un parlamento europeo muy fragmentado y con mayor peso del populismo. El rendimiento del bono de EEUU a diez años ha bajado al 2,33 por ciento, su nivel más deprimido en año y medio. La rentabilidad de los bonos alemanes y españoles al mismo plazo se ha situado en mínimos históricos, en el menos 0,11 y en el 0,86 por ciento, respectivamente. Hoy la agencia Moody's revisa la calificación crediticia de la deuda Española. Su decisión se conocerá al cierre del mercado.
En el mercado de materias primas, el petróleo sigue bajando rápidamente. De hecho puede firmar su peor semana en seis meses. Se paga ya a menos de 68 dólares por barril, frente a los 75 de hace pocos días, presionado por el temor a una caída en la demanda de carburantes como consecuencia del enfriamiento de la actividad económica.