Más movimiento hoy en el fondo que en la superficie de los mercados de valores
La Bolsa intenta estirar un poco más la reacción del lunes. Lo intenta sin demasiada decisión, pero eso también vale.
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La Bolsa ha cerrado entre Pinto y Valdemoro. Casi en tablas. Pero eso no quiere decir que no hayan pasado muchas cosas hoy en el mercado de valores. Ha habido “meneillo” por debajo de una superficie relativamente tranquila. El índice Ibex 35 ha intentado asaltar los 9.300 puntos. No lo ha conseguido. Ha ido a buscar apoyo entonces en los 9.200 y ahí ha rebotado. Al cierre, el mercado queda en 9.284 puntos con alza de un 0,14 por ciento.
Esa jornada yo-yo ha servido para definir donde se encuentran los soportes y las resistencias en el cortísimo plazo. Dónde entra de dinero selectivo al mercado y dónde los inversores sueltan lastre.
La duda ahora es intuir si los bolsistas van a aprovechar los rebotes puntuales de precios para salir del mercado, o si van a apostar por una recuperación algo más duradera.
Hoy ha tirado del mercado Repsol. Ha subido un 2 por ciento y se acerca a máximos. Algo que desde luego no pueden decir ninguno de los otros grandes valores del mercado. De hecho hoy han bajado Santander y Telefónica, tras el rebote de ayer. Y apenas han subido BBVA e Inditex. Mañana, precisamente, Inditex publicará sus resultados al cierre de su primer semestre fiscal.
Los inversores han contado hoy con referencias de distinto signo. En el positivo, los mercados contado con la esperanza de que el Reino Unido alcance en breve un acuerdo para el Brexit con la Unión Europea. Además se ha suavizado la incertidumbre en torno a Italia. La prima de riesgo italiana se ha reducido hasta 230 puntos, cuando hace pocas fechas rozaba los 300. La de España está en 105 puntos.
Por el contrario, pesan en el ánimo de los inversores las nuevas amenazas de multimillonarios aranceles comerciales que plantea Estados Unidos a productos chinos. Pronto se conocerá la repuesta de Pequín. Los expertos de Citi cifran el posible impacto de la guerra comercial en el PIB mundial en torno a un 0,4 por ciento. Que no es poco. Los nubarrones en el horizonte pasan también por los síntomas de pérdida de impulso que ofrece la economía europea y por la fragilidad de las economías emergentes.
Hoy el Tesoro ha vuelto a los mercados en busca de financiación. Lo ha hecho con éxito de crítica y público. Ha captado más de 4.500 millones de euro en letras a 6 y 12 meses. El Tesoro cada vez cobra más a los ahorradores que colocan su dinero en estos títulos. Las letras a medio año han salido hoy con un rendimiento del menos 0,415 por ciento, frente al menos 0,421 de la anterior colocación. La rentabilidad de las letras a un año ha pasado del menos 0,356 hasta el menos 0,368 por ciento.
Hoy, además, el Tesoro ha cerrado una emisión de bonos a largo plazo, quince años, cuya rentabilidad está ligada a la inflación. Ha recibido una demanda muy abultada, sobre todo de inversores internacionales. Se trata de una emisión sindicada. Varias grandes entidades financieras internacionales han colocado directamente estos bonos entre sus clientes.