El PP convencido de que puede haber vuelco electoral el domingo
La gente está preocupada, apuntan, tanto por la crisis como por la indefinición de Sánchez ante sus posibles pactos con los independentistas
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Pablo Casado pasará hoy la jornada de reflexión en Barcelona, donde asistirá a una boda. El candidato Popular afronta con optimismo la jornada electoral de mañana, y en el partido se atreven a augurar que el domingo “puede haber vuelco electoral”, y lo argumentan tanto por sus trackings internos, como por lo que han percibido en la calle. La gente está preocupada, apuntan, tanto por la crisis como por la indefinición de Sánchez ante sus posibles pactos con los independentistas, por eso hasta Casado habla abiertamente de empate técnico con el PSOE. Pero en Génova son conscientes de que todo dependerá de dos factores: de la movilización de los votantes de ambos bloques; y de que cale en los electores la idea fuerza que ha repetido Casado en las últimas horas, es decir, que ni votando a VOX, ni votando a Ciudadanos, se garantiza echar a Sánchez de la Moncloa, que eso solo pasará si se apoya al PP. De hecho, en su mitin de cierre de campaña, el candidato apelaba incluso a los votantes socialistas “a los que les duele España”.
La dirección del partido está muy satisfecha de la campaña que se ha realizado. El acierto o no de la misma dependerá de los resultados, pero no se han cometido errores, y se han ido desgranando bien todos los mensajes que se querían trasladar. Pablo Casado tenía claro desde el principio que su adversario era Pedro Sánchez, no el resto de líderes políticos, y todos sus dardos desde la pegada electoral, han buscado ese objetivo. De hecho, los primeros días, el candidato del PP ni siquiera nombraba a VOX y a Ciudadanos, se limitaba a recordar que antes de las elecciones planteó la idea de un España Suma para aglutinar el voto de centro-derecha. Pero desde el pasado jueves, Casado puso ya nombre y apellidos a ese voto útil, y hablaba abiertamente de la necesidad de no apoyar a Abascal y Rivera. El líder del PP, se ha comprometido, además, a no facilitar de ninguna manera una investidura de Pedro Sánchez.
En Génova piensan, además, que el debate sirvió para que se visualizara esa idea de que Casado era la única alternativa a un Sánchez ,que no respondió a las preguntas del candidato popular sobre sus posibles pactos con los independentistas a partir del 11N, ni a qué es lo que pensaba hacer para atajar las malas cifras del paro.
En el PP creen que el PSOE se ha equivocado y mucho en su estrategia, comenzando por la actitud de Sánchez en el debate, y siguiendo por su lapsus sobre la fiscalía. Todo ello aderezado, además, con los malos datos de desempleo del mes de octubre, y con la reducción de previsión de crecimiento de nuestra economía por parte de Bruselas.
En Génova, tienen claro, que pase lo que pase, las urnas arrojarán un buen resultado para ellos, obtendrán un éxito seguro, dicen, y sobre todo, obtendrán oxígeno político, que les servirá para afrontar lo que ya promete ser una ilegislatura, si es que llega a arrancar, endiablada.