28-A | La repetición de las elecciones, una posibilidad muy real
Para esta jornada electoral se colocarán 60.037 mesas en los 8.131 municipios
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La cuenta atrás para conocer los resultados de las elecciones generales ya está en marcha. Por lo pronto como referencia solo tenemos los datos que han arrojado las últimas encuestas que dan como ganador al PSOE con PP y Ciudadanos en segunda y tercera posición, mientras que Unidas Podemos y Vox quedarían en cuarto y quinto puesto respectivamente.
Todo apunta a que el PSOE ganará, pero es bastante incierto que logre los escaños suficientes para gobernar en solitario.
Además, la repetición de las elecciones generales es una posibilidad muy real, ya que si las encuestas aciertan, la diferencia entre los bloques de la izquierda y de la derecha es muy corta y con ello todo depende de futuras alianzas postelectorales.
En general esta ha sido una campaña atípica y más corta -por la Semana Santa- de lo habitual, pero tan bronca o más que las anteriores. Una campaña que, además, no se recordará por las promesas o grandes anuncios de los candidatos a La Moncloa y sus partidos. Ha sido mucho mayor el ruido de sus encontronazos. La crispación, apelar al miedo, la utilidad del voto, debate sí o debate no, el tratamiento a las mujeres y sus derechos... Y, por supuesto, Cataluña.
Porque los temas de esta campaña no han sido precisamente los que aparecen enumerados en los programas electorales -que por cierto esta vez se han conocido más tarde que nunca-. Los temas han sido, más bien, los recursos que han utilizado unos y otros para atacarse sin tregua.
En total 36.893.976 electores están llamados a las urnas para votar en las que serán las decimocuartas elecciones desde la transición a la democracia y las terceras con Felipe VI como rey de España.
De todos los electores, 34.799.999 son residentes en España y los otros 2.093.977 viven en el extranjero.
Por otro lado, desde este lunes, el Gabinete de Pedro Sánchez pasará a estar en funciones y, a partir de ese momento, no podrá ejercer tareas como la de presentar proyectos de ley al Congreso o, en su caso, al Senado.
De esta manera Sánchez no podrá entonces ejercer las siguientes facultades: Proponer al rey la disolución de alguna de las Cortes o de alguna de las dos Cámaras, plantear la cuestión de confianza o proponer al jefe del Estado la convocatoria de un referéndum consultivo.