Lo que se vio y no se escuchó en el debate
Los detalles del debate que saltaron a la vista, la vestimenta, los accesorios y la documentación que llevaban
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Si algo quedó claro en el debate de ayer, como en todos los que ha habido antes de este, es que no están de acuerdo en la mayoría, por no decir todos, los temas de los que hablan. Pero en un debate televisivo no solo se tiene en cuenta el discurso, sino que la imagen importa, y eso fue lo único en lo que coincidieron los cuatro candidatos, al menos en el tono. El primer enfrentamiento se produjo antes de que empezase el debate, los cuatro candidatos comenzaban a marcar su postura con la vestimenta, que es lo primero en lo que se podían fijar los espectadores. Mientras que Sánchez, Rivera y Casado coincidieron en llevar un traje azul, aunque de diferentes tonalidades, Iglesias optó por ir diferente al resto y obviar el traje para presentarse en camisa azul y chinos beige, intentando diferenciarse de la imagen de político clásico. También los cuatro coincidieron en llevar zapatos negros, aunque los tres que llevaban traje llevaban unos clásicos e Iglesias unos más casuales.
Las diferencias se empezaron a mostrar en los complementos elegidos por cada uno. Sánchez y Casado obtaron por una camisa azulada y Rivera por una blanca. Mientras que las corbatas estaban más relacionadas con los colores del partido, Casado obtó por una corbata azul y Sánchez por una granate, tonalidades más ocuras que los colores de su partido. Por otro lado, Rivera no usó una corbata naranja, sino que obtó por una azul oscura con puntos blancos, una elección que podía llegar a molestar a algunos espectadores -nunca hay que llevar puntos o rayas delante de una cámara-. En cuando a otros accesorios, solo Casado y Rivera llevaban accesorios en sus muñecas. Casado llevaba un reloj clásico de cuero marrón, y Rivera llevaba en una muñeca dos pulseras, una de ellas naranja, y en la otra un reloj metálico clásico.
Ya en el atril las diferencias entre los cuatro eran evidentes. RTVE no les permitía utilizar utilizar aparatos electrónicos, así que los cuatro se provisionaron de documentos, unos más y otros menos. Rivera fue el que más llevó, tantos que no le cabían en el atril y tenía que dejarlos en el suelo. Lo que más destacó fue la fotografía enmarcada que sacó en la que aparecían Torra y Sánchez, y los cartones con fotos y noticias. Casado casi le llegó a igualar en volumen de documentos y, aunque no llevó una fotografía enmarcada, sacó una serie de gráficos perfectamente organizados para ese momento. Iglesias no se cargó de tantos papeles ni de tantos documentos para enseñar a los demás, no le hizo falta, le bastó con una Constitución, de la que leyó varios artículos a sus adversarios. Y por último Sánchez, que apenas llevó papeles, en comparación con los demás, y que los utilizaba para no perderse, ni salirse de su discurso. Eso sí, el único que no los recogió al marcharse fue Rivera.
Y, por último, el bolígrafro. Algo que puede parecer que no tiene importancia, pero que en los debates puede llegar a ser esencial cuando no controlas el movimiento de tus manos y que puede servir de apoyo, como se demostró en el primer debate "a cuatro" en el que Iglesias fue el único que llevaba uno y le sacó partido. En este debate, aunque todos llevaban uno para ir haciendo anotaciones de lo que les decían sus adversarios, solo Rivera e Iglesias lo utilizaban en sus intervenciones. Rivera optó por un bolígrafo naranja, tono corporativo, que llamaba la atención cuando le enfocaban o cuando salía de fondo. Mientras que Iglesias comenzó con un boligrafo dorado y acabó con un boligrafo transparente.