Bildu sabía hace semanas que el PSOE le daría la alcaldía de Pamplona
Coincidiendo con la fecha del pleno municipal, según ha sabido COPE, los proetarras de Sortu solicitaron semanas atrás a la delegación del Gobierno manifestarse
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El movimiento de ficha le correspondía al PSOE y lo ejecutaba. La entrega a Bildu de la alcaldía de Pamplona era un fleco pendiente para Pedro Sánchez en su apuesta por normalizar la relación con los separatistas vascos. El entorno presidencial viene interpretando los resultados del 23-J como un cheque en blanco a sus políticas y exhibe un bloque parlamentario de apoyos inestables, pero sin riesgo de una mayoría alternativa. Suficiente para atornillarse en el poder.
Aunque desde las pasadas municipales y autonómicas de mayo tenían claro el objetivo, la operación desalojo de UPN en la capital navarra quedó en ciernes al cruzarse la convocatoria de las generales y ocupó negociaciones antes, durante y tras la investidura del Presidente. El acuerdo entre socialistas y abertzales estaba hecho. La moción de censura quedará consumada el próximo 28 de diciembre. Coincidiendo con esa fecha del pleno municipal contra la aún hoy alcaldesa, Cristina Ibarrola, los proetarras de Sortu se van a manifestar precisamente ante el propio ayuntamiento.
Según ha sabido COPE, la autorización de esa concentración fue solicitada por Egoi Irisarri Alzueta, responsable de Sortu, a la Delegación del Gobierno en Navarra semanas atrás. El 30 de noviembre para ser precisos. ¿Acaso el acuerdo entre PSN y Bildu estaba cerrado y solo a la espera de hacerse público? Nada en política es casual. Los socialistas debían devolver más pronto que tarde la entrega de los 6 votos abertzales sin sellar un acuerdo público para que Sánchez retuviera la presidencia. Fue el único socio con ese proceder.
En su apagón, La Moncloa negaba un cambio de cromos. Hasta mantenía que el respaldo era “a cambio de nada”. El precio ha resultado suficientemente explícito cuando este miércoles la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, pisaba la zona reservada para el Gobierno en la Cámara Baja y se reunía con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, muñidor de sus tratos, y María Jesús Montero, ministra de Hacienda además de vicesecretaria general de los socialistas.
Durante el Pleno, mientras tanto, el titular de Transportes, Óscar Puente, se declaró satisfecho: “En pocos días, habrá otra alcaldía más progresista y otra menos de derechas. Por tanto, no tengo ningún problema, ninguno, en que un partido progresista democrático de este país se haga con una capital de provincia”. Ello a pesar del afán de Ferraz por atribuir la moción de censura “dinámicas locales”, justificada bajo el pretexto de una parálisis del consistorio.