La bronca de Pérez-Reverte con una tuitera: “La bloqueo por impertinente”

El escritor Arturo Pérez-Reverte, con sus más de dos millones de seguidores en la red social Twitter, se ha convertido en un líder de opinión. Aunque parezcan muchos usuarios los que le siguen, a veces no duda en responder más de uno. Un experto en meterse en líos y lanzar contundentes respuestas que se hacen virales al momento. Un ejemplo claro lo tenemos en el último lío en el que ha estado involucrado.

Esta semana, ha corrido como la pólvora la noticia de que un colegio de Murcia, Bienvenido Conejero Requiel de Los Alcázares, había vetado la asignatura de religión. Se viralizó gracias a una circular que supuestamente había enviado el colegio y que comenzó a compartirse por todas las redes. En ella, se podía ver una imagen con dos opciones como enseñanza religiosa: el Islam o los “valores cívicos”. No había opción de escoger la religión católica.

Muchos compartieron esta noticia por Facebook o Twitter, como es el caso de Pérez-Reverte. El escritor puso con ironía un tuit en el que decía “A ver si aquí falta o sobra algo... ¿Dónde está Wally?”.

Al poco tiempo la cuenta 'Maldito Bulo' desmintió la noticia. Pero ya muchos habían caído.

Muchos de sus seguidores realizaron pantallazos de su publicación y no dudaron en 'restregárselo'. Es el caso de la tuitera Inés Parada, quien le envió un mensaje directo adjuntando los pantallazos: “Oye, @perezreverte, ¿y eso que borras esto? ¿Te da cosa que sepan de qué pie cojeas?”, escribió.

Pérez-Reverte, que no suele quedarse sin responder en estas ocasiones, propinó un 'zasca' a la joven admitiendo que lo había borrado porque picó “como un idiota”. “Como éste es mi Twitter, borro lo que me parece oportuno. Y a usted, con su permiso, la bloqueo por impertinente”, sentenció.

No quedó la cosa ahí. Otro de sus seguidores le comentó que no hacía falta pedir persmio para bloquear en redes sociales. Entonces, Reverte dio un nuevo 'zasca' para cerrar la conversación. “Cuando les pides permiso tiene más morbo. Un abrazo, chaval”. Un genio que siempre consigue tener la última palabra.