La coalición de Gobierno más rota en el 8-M: del 'solo sí es sí' a la "traición"
Tanto el PSOE como Unidas Podemos se sitúan en el momento de mayor tensión con un serio riesgo de comprometer el futuro de este pacto
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Este miércoles, 8-M, se celebra el Día de la Mujer con división en las calles y en la política. Estamos a 8 de marzo, un día para presumir de todas esas mujeres luchadoras, pero que llega empañado por un ambiente de crispación que traspasa las fronteras políticas. Como ejemplo, hoy tenemos dos manifestaciones convocadas en Madrid con horarios y recorridos distintos. En una irán de la mano PSOE y Podemos para defender la ley Trans. En la otra estará el PP con el Movimiento Feminista de Madrid y antiguas figuras políticas del socialismo.
Lo que la ley del 'solo sí es sí' ha desunido a los dos socios de Gobierno, lo unirá esta tarde la manifestación 8-M, la oficialista, la que llaman comisión 8-M. En la que
. En sus postulados, desde luego, no han incluido que se consideran las nuevas feministas, porque si no chocarían con las del PSOE de toda la vida, y hay que empezar a limar asperezas.
Mientras tanto, la orden de Pedro Sánchez al resto del PSOE ante las ofensivas de Podemos
.
Pero, igual que ocurrió el año pasado, hay otra convocatoria; la liderada por el llamado 'Movimiento Feminista', en la que se agrupan todas las detractoras de las rebajas de condena a los agresores sexuales que conlleva la ley de la ministra Montero. Ahí es donde anuncian que acudirán antiguas figuras del partido socialista, junto a miembros del Partido Popular. Ciudadanos da libertad sus miembros y los de Vox no piensan acudir a ninguna.
División
Pero las principales reivindicaciones del feminismo se ven eclipsadas por la división dentro del propio movimiento y entre los partidos políticos. Un distanciamiento que se ha hecho patente esta noche cuando hemos visto a PSOE y a Podemos votar diferente en la reforma de la ley del 'solo sí es sí'. La Moncloa dejó sin visibilidad a Podemos en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La condena al silencio era un castigo a las acusaciones lanzadas por los morados contra los socialistas de traición, además del intento de hacer suya la bandera feminista.
Así, la comparecencia la copó la cuota del PSOE, Nadia Calviño, Diana Morant e Isabel Rodríguez forzada a justificar la ausencia de Irene Montero en la sala: "Este es un gobierno que además una buena ministra de Igualdad tiene tres vicepresidentas de las que nos sentimos muy orgullosas. La organización de las comparecencias en esta sala se deben a la gente de los asuntos que se han abordado". La división alcanzó su clímax en el Congreso, con la toma en consideración de la reforma de la ley del 'solo si es si' y el voto en bloque en contra de Unidas Podemos.
Va más allá
Pero no dejamos el Congreso porque el PP y parte de los aliados del Gobierno quieren una comisión de investigación sobre el 'caso Mediador'. Es decir, una investigación política en el congreso que, normalmente, se suele utilizar como arma arrojadiza contra el partido de en frente, pero que, en la práctica, sirve para más bien poco. Cuando se le preguntó la semana pasada por esa posibilidad al portavoz del PSOE en el Congreso, a Patxi López, él dijo que no le parecía buena idea porque el caso del 'Tito Berni' todavía está siendo investigado en los tribunales.
Sin embargo, los del PP quieren investigarlo y una semana después, el PSOE ha contraatacado proponiendo una comisión de investigación del caso Kitchen, que también está siendo investigado por la justicia. La cosa es que los morados, en boca de Juama Asens, creen que no se debe abusar de las comisiones de investigación, pero Podemos llegó a pedir una comisión contra el rey emérito hasta en 16 ocasiones. Llegado el momento, habrá que ver si se postulan a favor de investigar esta cuestión que afecta de lleno a los socialistas.