El drama de quienes no han cobrado el ERTE seis meses después: "Tengo 63 años y estoy viviendo en la calle"
En marzo fueron miles de trabajadores los que fueron enviados a ERTE. Tras casi siete meses, aún hay quienes no lo han cobrado y están viviendo una pesadilla
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Hace tan solo unas semanas, el Ministerio de Seguridad Social anunciaba que tres de cada cuatro españoles incluidos en un ERTE ya lo habían cobrado y que, además, muchos de ellos ya estaban preparados para reincorporarse a su puesto de trabajo. Unas declaraciones que, a priori, deberían haber sido un soplo de aire fresco para la economía española.
El problema es que muchos todavía esperan a recibir esta prestación. Es es el caso de Antonio Ruiz. Tiene 63 años aunque dentro de muy poco va a cumplir los 64. Lleva casi cuarenta años cotizando, ya que desde muy joven comenzó a trabajar. Antonio tiene tres hijos viviendo en Burgos, todos ellos adultos.
En agosto del año pasado, Antonio comenzó a trabajar en una empresa de VTC dedicada al transporte. Sin embargo, en el mes de marzo -y tras el decreto del estado de alarma en el país- todos los trabajadores de su empresa se vieron sumidos en un ERTE. Casi siete meses después de aquel fatídico episodio que los mandó a la calle, Antonio aún sigue sin cobrar.
A día de hoy, está viviendo en la calle. Le echaron de la habitación de alquiler en la que se encontraba. No puede pagar la tarifa de teléfono y tampoco tiene dinero para comer.
En COPE hemos hablado con él. Nos ha explicado que ya en el mes de mayo, en medio del ERTE y en el pico de contagios de la primera ola de la covid-19 en España, ya había compañeros suyos que habían cobrado. Él, sin embargo, no corrió esa suerte. Y tras casi siete meses, aún sigue esperando.
“Fue en julio cuando una señora me llamó y me dijo que no podía cobrar el ERTE porque estaba dado de alta a tiempo completo en otra empresa”, nos ha relatado Antonio. En ese punto es cuando nos muestra su sorpresa: “¿Cómo voy a estar dado de alta en otra empresa cuando he estado trabajando una media de quince horas en un VTC? ¿De dónde saco las otras ocho horas?”, se ha preguntado.
Ante este conflicto y con el único objetivo de poder solucionarlo, Antonio se dio cuenta de que era imposible pedir una cita en la Tesorería de la Seguridad Social. “Ni por Internet, ni por teléfono. Era imposible. Tienen vetado todo”, ha explicado.
Desesperación por encontrar soluciones y respuestas
“He llamado más de 700 veces durante estos siete meses de pandemia. Me duele hasta el dedo de marcar el teléfono. Ya no puedo hacer más”, se ha quejado al ser consciente de que no hay forma de poner solución a su problema, y que desde las Administraciones Públicas no le ofrecen ningún tipo de respuesta.
De la noche a la mañana, Antonio vio cómo le echaron de su apartamento, le cortaron la línea de teléfono y se vio obligado a pedir dinero prestado a sus hermanos e hijos. Lleva seis meses así y, dadas las circunstancias, no cree que de momento haya una solución que ponga fin a su problema.
“No puedo pagarles. Ni veinte euros, ni diez”. Esa fue la respuesta que Antonio se vio obligado a dar a la operadora que le llamó desde la empresa telefónica para advertirle que se tenían que ver en la obligación de cortar su línea por impago. “Me las estoy viendo mal para comer, ¿cómo voy a pagar el teléfono?”, ha lamentado.
“Estoy viviendo en la calle”
Desde que le echaron de su apartamento, Antonio ha pensado en varias ocasiones en volver a Burgos con su familia, pero no puede. “Me pueden llamar en cualquier momento de la empresa para volver a trabajar”, ha dicho.
Sin embargo, esa llamada aún no ha llegado. “Estoy viviendo en la calle con 63 años, ya no sé qué puedo hacer”. A continuación se ha quejado, al borde de las lágrimas, diciendo que “no hay derecho”, para después confesar: “Hoy he comido un bocadillo que me han pagado, ¿y mañana qué? ¿Y esta noche qué?”.
“No tenemos políticos en España”
“No se puede pasar de la gente de esta manera” y ha calificado a Pedro Sánchez de “sinvergüenza”. A continuación ha dicho que “la suerte de quienes están gobernando es que no somos capaces de ponernos delante y plantarlos cara”. Por ese motivo, Antonio cree que por eso “están haciendo lo que quieren. Pisan cabezas como si fueran piedras y aquí no pasa nada”.
Antonio, tras casi cuarenta años cotizando, ha pedido ayuda: “Quiero que se sepa, quiero que alguien me ayude, porque no tenemos políticos en España”.
“Si tuviera delante a Pedro Sánchez, me gustaría decirle que deje de quedarse con mi dinero. Y lo peor es que ni siquiera se pondrá colorado por ello”, ha afirmado.
Finalmente, Antonio Ruiz ha lanzado un dardo directamente contra Gobierno: “¿Hay derecho a que este sinvergüenza y el de Galapagar se estén riendo de nosotros? ¿Yo sin cobrar y tú sacas a Franco? ¿Y a mí que me importa Franco?”, se ha preguntado. “¿Es que la gente no se da cuenta de que mienten cada vez que hablan?”, ha concluido.
Una situación, la de Antonio, que desgraciadamente aún se está repitiendo en España más de lo que señala el Gobierno. Son muchas personas las que aún, casi siete meses después, siguen esperando para cobrar su ERTE. Padres de familia con hijos, dependientes, banqueros, conductores, trabajadores de comercios. Todos ellos, los afectados, con un nombre y apellido. El único deseo de Antonio es abrir los ojos una mañana y darse cuenta de que, por fin, esta horrible pesadilla ha terminado.