¿Reconocerán los países del mundo a los talibanes en Afganistán?: “Sería indigno”
Una fina línea es la que separa la colaboración con el régimen talibán de su reconocimiento como gobierno legítimo por parte de las potencias mundiales. Lo analizamos en COPE
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Estados Unidos dio este lunes por concluida su misión militar en Afganistán, una guerra que comenzó poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y que causaron la muerte de cerca de tres mil personas. Atrás quedan 20 años de conflicto en el país centroasiático entre cuyos logros más notables se encuentra la 'Operación Gerónimo', concebida por la CIA y aplicada por los Navy Seal para acabar con la huida del terrorista más buscado durante años e ideólogo del atentado más letal en la historia del país norteamericano: Osama bin Laden.
“Un nuevo episodio de la relación de Estados Unidos con Afganistán ha comenzado. La misión militar ha acabado. Una nueva misión diplomática ha empezado”. Así de contundente se mostró el secretario de Estado Antony Blinken, quien también detalló desde la sede del Departamento de Estado la estrategia que seguirá Estados Unidos a partir de este momento.
Los talibanes, a través de su portavoz, Zabihulá Muyahid, se han apresurado en proclamar este martes la “independencia total” de Afganistán a través de su perfil de Twitter: “El último avión de los ocupantes estadounidenses se ha retirado del aeropuerto de Kabul y nuestro país ha obtenido su total independencia. Alabanza y gratitud a Dios”, ha celebrado.
Ahora, cuando el intento por parte de la comunidad internacional de consolidar un régimen político democrático ha fracasado, atendemos al inicio de un nuevo periodo en Afganistán bajo el yugo de los talibanes, el autodenominado Emirato Islámico de Afganistán que culminó su avance militar sobre Kabul el pasado 15 de agosto sin apenas resistencia.
Según un experto en diplomacia internacional consultado por COPE, y del que no podemos desvelar su identidad, “nos hemos encontrado con una situación en la que ha aparecido un país completamente nuevo, con el que a buen seguro todos los países van a tener relación de una manera u otra”.
“Aunque suene fatal: la pela es la pela. ¡Esto es así! El mundo es muy cabrón”, inisiste el diplomático. “Estos señores tienen muchísimos recursos. Poseen petróleo, gas, oro y opio, aunque es posible que no gestionen estas riquezas como sí lo han hecho en el Golfo Pérsico. En ese caso veremos que pasa”. A pesar de todo este cúmulo de tensiones e inseguridades, sentencia con absoluta franqueza que “nada es tan drástico. Todo se va a normalizar”.
Según su experiencia tras más de 40 años de carrera, “en el momento en el que ya no se sientan observados y que ustedes dejen de hablar de la situación en Afganistán, los talibanes dejarán de ser 'moderados' para seguir con las tropelías a las que nos tienen acostumbrados”.
“En Afganistán ha habido una guerra civil y los talibanes la han ganado. En este sentido: o hablas con ellos, o no tienes relación con el país. Es lo mismo que pasa con Venezuela o Cuba”, e incide en que la única represalia que ve posible es la del “bloqueo económico”, aunque en este contexto no cree que pueda funcionar: “Ante la negativa, por ejemplo, de que Estados Unidos les venda trigo, lo pueden conseguir del mercado ruso o chino”.
“Hoy no se va a instalar nadie en Afganistán con fines comerciales pero, ¿y dentro de un año? Conozco a mucha gente que ha hecho fortuna en Siria o Libia”, apunta. “Es todo una incógnita, pero al final van a existir relaciones porque hay muchos intereses”.
A pesar de todo esto, el diplomático español no duda en remarcar la crudeza con la que han tenido que convivir durante estas últimas semanas sus homólogos en Afganistán: “Si a mí me dicen de un momento a otro: “huid a España porque peligra vuestra vida”, es evidente que ahí tiene que pasar algo, ¿no?”.
Las relaciones internacionales con Afganistán: un escenario esquizofrénico
Por su parte, el periodista, escritor, experto en geopolítica y seguridad internacional Chema Gil ha asegurado a COPE que la de Afganistán “es una situación muy complicada, con un escenario esquizofrénico”, donde sólo “a través de mecanismos internacionales como la ONU será posible desplegar nuestras capacidades para seguir operando en el ámbito humanitario”.
Una fina línea es la que separa la colaboración con el régimen talibán de su reconocimiento como gobierno legítimo por parte de las potencias mundiales. Sobre este asunto, Chema Gil ha declarado que “es muy difícil que ahora mismo reconozcamos a ningún gobierno talibán. Sería indigno”, aunque se apresura en recordar que China, por su parte, “ya ha reconocido a los talibanes como la fuerza que tiene que gobernar Afganistán”. “En el momento en el que reconozcamos como autoridad legítima de Afganistán a los talibanes todo habrá acabado”.
“Debemos de reconocer la hipocresía y el pragmatismo de las relaciones internacionales. Europa, España o Estados Unidos se relacionan con países indeseables en el mundo donde no se respetan los Derechos Humanos; donde hay dictaduras atroces. Sin embargo mantenemos con ellos las famosas relaciones estratégicas”, ha enfatizado. “Hemos de ser conscientes que, logremos salvar o no a todos los activos humanos que han mantenido relaciones con nosotros, Afganistán va a estar gobernado por unos miserables que prescinden de la mitad de su población y que desprecian a la mujer y a las niñas”.