Las palabras de Frank Cuesta que vuelven a encender a los taurinos
El presentador estrena una serie dedicada a la tauromaquia este domingo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"Para criticar algo hay que conocerlo desde dentro", ese es el punto de partida de la nueva temporada de Wild Frank en el que el herpetólogo Frank Cuesta se adentra en el mundo taurino para enseñar "todo su universo", desde la cría del toro en el campo hasta su muerte en la plaza.
Una serie de cuatro capítulos que se estrenan este domingo, 14 de octubre en DMax, y en la que un reconocido antitaurino como Frank Cuesta ha conseguido entrar en contacto con los principales actores de la tauromaquia, que le enseñarán los entresijos de la misma para lograr, o no, reforzar su opinión a cerca de los toros.
Toreros como Luis Francisco Esplá, Fortes o Manuel Escribano, además del ganadero Victorino Martín llevarán a Cuesta a lugares, hasta el momento, desconocidos tanto para los taurinos como para los antitaurinos, que también estarán representados en esta entrega por Ida Gascón, activista de Anima Naturalis, y Óscar del Castillo, de Gladiadores por la Paz.
"Después de esta experiencia me refuerzo en que no me gustan las corridas de toros, pero también he de decir que todo este proceso me ha abierto los ojos, he conocido a gente muy buena y he descubierto un mundo en el que sus actores aman también a los animales y son grandes ecologistas", ha reconocido el propio Frank Cuesta en un acto de presentación celebrado en Las Ventas.
"El objetivo de esta nueva entrega es que el espectador pueda generar la suya propia desde un punto de vista totalmente aséptico y descubra que la corrida de toros es una ínfima parte de un universo del que viven muchísimas personas y con un valor ecológico inmenso y que genera en torno a 1.600 millones de euros al año", señalaba también Antonio Ruiz, director general de Dmax.
Frank Cuesta no cesa en hacer hincapié en su visión contraria al espectáculo taurino en sí, "en el que existe un maltrato, un sufrimiento palpable que acaba en la muerte del animal", pero también reflexiona sobre el camino que debería seguir la parte de la sociedad que no quiere que existan las corridas.
"Al toreo le quedan como mucho diez años, pero antes de que desaparezca tenemos que realizar un plan a largo plazo de reestructuración para que toda esa gente que vive del toro pueda encaminar su vida y no quitarle de golpe y porrazo el pan para sus hijos. Hay que acabar con la tauromaquia a base de leyes y desde la coherencia, y no prohibiendo de manera dictatorial", asegura Cuesta.
Por último, ha criticado la actitud desde las redes sociales de muchas personas que tienen una actitud violenta: "Personas que desde el desconocimiento y el anonimato se dedican a insultar y a alegrarse de las desgracias de los toreros, sin darse cuenta que eso lo que hace es reforzar al mundo taurino".