Las vacaciones de Sánchez en la playa y el acuerdo con Podemos en el aire

Pedro Sánchez ya está de vacaciones en el palacio de las Marismillas

Las vacaciones de Sánchez en la playa y un acuerdo político en el aire

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Pedro Sánchez y su familia ya están instalados en la playa, más concretamente en el Palacio de Marismillas de Doñana que es la residencia de verano a la que van los presidentes del Gobierno desde la época de Felipe González. Él mismo la inauguró en el año 1986.

Al presidente del Gobierno no se le ve del todo agobiado con la situación política que hay en estos momentos. A tan solo 44 días de que acabe el plazo para la investidura Sánchez ha decidido que lo más correcto era tomarse un respiro de unos días con su mujer Begoña Gómez y sus dos hijas, tras unas semanas de mucho ajetreo en las que se ha reunido con más de 180 colectivos de la sociedad civil.

Sánchez llegó el viernes, después del Consejo de Ministros, a Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz. Entró en el puerto pesquero de Bonanza alrededor de las siete de la tarde, después cruzó el río Guadalquivir para acceder a la residencia. Esta es una de las formas para llegar a Las Marismillas. Todos los caminos que rodean el palacete son de complicado acceso. Un lugar de ensueño, situado en medio de 10.280 hectáreas de plena naturaleza, en el que se hospedó el año pasado y donde recibió la visita de la canciller alemana Angela Merkel.

El Palacio de las Marismillas fue construido por encargo del II duque de Tarifa en 1912. Ahora es propiedad de Patrimonio del Estado. Ha sido escogida por todos los dirigentes para pasar unos días en familia durante el verano. Desde que Felipe González lo remodeló en los años 90, ha sido utilizada por otros jefes del Ejecutivo: Mariano Rajoy o José María Aznar. Es de estilo colonial nórdico, cuenta con un gran salón comedor, jardín exterior, piscina, 18 dormitorios y otros tantos cuartos de baño. 

La prensa local ha publicado recientemente que el Estado ha realizado varias tareas de mantenimiento en el palacio que incluían la reforma de varios baños y otras zonas de la casa con el objetivo de modernizar, en la medida de lo posible, esta vivienda centenaria. El coste a cargo de las arcas públicas habría sido más de 17.000 euros.